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Uno de los que mejor conocen los entresijos de la Copa del Rey es uno de los hombres que agrandó la leyenda de la regata más prestigiosa del Mediterráneo. La etapa épica del «Banco Atlántico» queda ya muy lejos, y Pedro Campos sólo tiene ojos para un proyecto que empieza a dar sus frutos. El veterano patrón lidera los destinos del «Telefónica-Movistar», la gran obsesión de Jordi Calafat y su «Retevisión».

El Rodman 42 ha sido el modelo en el que Campos ha depositado sus ilusiones, y de momento, hay motivos para ser optimistas. «Estrenamos barco y al no conocerlo a fondo es un hándicap. Por ello, tenemos motivos para estar satisfechos por el rendimiento de la tripulación y el barco en la Copa», significa el armador y patrón del «Telefónica-Movistar», segundo en la general de IMS 600.

La competitividad en el Grupo B no puede ser mayor, pero eso no sorprende al ganador de la regata en 1995. «Lo del Retevisión se veía venir por los resultados que ha cosechado. Hasta ahora hemos procurado ser prudentes, pero si la cosa sigue igual, deberemos echar el resto y arriesgar», destaca el navegante, para el que «Caixa Galicia» está siendo el mejor en la Clase IMS 500. Acerca de la polémica suscitada en torno al formato de la regata de altura, Pedro Campos aboga «por dos regatas medio largas, de 40 ó 50 millas, más espectaculares», significó.

Por su parte, y ante los comentarios y críticas vertidas, el presidente del Comité Organizador de la Copa del Rey, Jaume Enseñat, salió al paso de las críticas formuladas por algunos regatistas ante la falta de una señalización adecuada en la zona de la isla de Cabrera en el transcurso de la regata larga, y aseguró que son «injustas».

El «CAM», patroneado por el Príncipe Felipe, presentó una protesta contra el «Caixa Galicia», que al parecer, ignoró la boya obligatoria de viraje, pero el jurado, finalmente, la desestimó. «He recibido muchas felicitaciones por el desarrollo de la regata larga, lo único es que creíamos que las luces del barco del comité eran suficiente, pero la noche fue muy cerrada y teníamos que haber puesto otras», dijo Enseñat, quien insistió en que «no fue un error. Sólo un barco no supo coger la baliza y protestó, pero entonces, ¿a quién le hacemos caso? No hay que fijarse en los negativo sino en el conjunto de la prueba», subrayó.

Añadió que en la regata larga habían decidido evitar el paso por detrás de Cabrera, donde se concentraban las encalmadas, y que por ello, a su juicio, «todo fue mucho mejor». Con respecto a los favoritos para adjudicarse la prueba, Enseñat reiteró que en la Copa del Rey «las cosas no son tan fáciles como en otras pruebas, por eso, no se puede decir que la clasificación esté decidida», reiteró uno de los hombres fuertes de la organización, que quiso dejar las cosas claras.