TW
0
RCD Mallorca B 1
UE Figueres 0

RCD MALLORCA: Moya (*), Reynés (), Keko (*), Rafita (*), Ramis (*), Viale (*), Elías (*), Enric Pi (*), Tuni (**), Raúl Martín (*) y Raúl Vadillo (*).
Cambios: Amate (**) por Elías, Cano () por Tuni y Jose (-) por Enric Pi.

UE FIGUERES: Trujillo (*), Fernando (-), Ruano (*), Serra (*), Salas (*), Cortada (*), Algar (*), Fleixa (*), Ruben Blaya (**), Alberto García (*) y Quique (*).
Cambios: Raúl (**) por Fleixa, David Costa (*)por Alberto García y Eloy (*) por Ruano.

Àrbitro: Martínez Gómez (*). Discreto. Se equivocó mucho en faltas menores y que no representaban riesgos, aunque no influyó en el resultado final. Amonestó a Enric Pi en el Mallorca B y a Ruano, Salas, Cortada del Figueres y a Manolo Jiménez, su entrenador.

Gol:
1-0, minuto 67, Elías.

Nico Brutti

El Mallorca B apenas pudo con el Figueres y le terminó ganando por un avaro uno a cero. Los rojillos, dirigidos por Llompart, carecieron de juego asociado, presión en mitad del campo y profundidad para concretar. Enfrente tuvo a un especulador Figueres, con un solo hombre de punta y dos líneas de cuatro, que no llegó casi nunca, salvo en el tramo final del encuentro.

Los locales salieron con la clásica línea de cuatro en el fondo, Viale como hombre en medio y los dos interiores, Elías y Enric Pi, a cada lado. Un poco suelto el enganche Raúl Martín y adelante Tuni, que regresaba al equipo y Raúl Vadillo. Así las cosas, el local trató de salir jugando por las bandas, cosa que no logró casi nunca, presionar en mitad del campo, otro déficit del Mallorca y entonces, los delanteros no eran abastecidos como corresponde, ya que el balón deambulaba sin ton ni son por el círculo central. Esto le convenía al Figueres, que no tenía ninguna pretensión que no fuera mantener la pelota lejos de su portero Trujillo. De tal manera, se fueron consumiendo los primeros cuarenta y cinco minutos de un partido aburrido y mal jugado, donde faltaron ideas y juego.

La segunda mitad arrancó tal cual terminó la inicial, sin cambios tácticos ni de nombres. Daba otra vez para el bostezo, pero sobre los sesenta y siete minutos, de golpe apareció Tuni por izquierda, desairó por dos veces a su marcador, centreó atrás en un perfecto pase de la muerte y Elías, que entraba recto a portería, sólo tuvo que tocarla al gol. Allí cambió el partido, el Figueres tuvo que abrir sus líneas e intentar atacar. Pero no sabía como hacerlo, a pesar de las facilidades que tenía por los laterales. Llegaron los relevos, pero el visitante no mostraba mejoría, salvo el número quince, Raúl, que intentaba por todo el frente de ataque.

El local, tuvo en esos veinte minutos finales todo para liquidar el match, pero siempre se quedó en la puerta. Daba la sensación que en cada ataque, el Mallorca aumentaría. Fue pasando el tiempo y las oportunidades, dilapidadas una tras otra. Sólo la salida al campo de Amate, le dio peso y juego al local, el cual fue desperdiciado por los atacantes, fallando a portería una y otra vez.

Y como lo que se falla en portería adversaria se paga en la propia, a punto estuvo el equipo catalán de llegar a la igualdad. Jugado por jugado, el Figueres dispuso todo su escaso arsenal apuntando a Moya, el portero rojillo, pero la falta de definición y la mala fortuna, no dejaron que el once de Manolo Jiménez se llevara el empate.
LO MEJOR: Tuni
LO PEOR: El mal juego