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El Real Mallorca se ha situado a cinco puntos del descenso después de la derrota que cosechó ayer frente al Atlético de Madrid. El equipo balear hace ya bastantes semanas que no gana. De hecho, la última victoria que logró el once de Gregorio Manzano está localizada en la jornada 17 cuando visitó Vallecas. Fue el doce de enero de este año cuando se ganó al Rayo por un gol a dos. De esa fecha hace ya más de un mes y desde entonces, en la Liga, el cuadro balear no ha conseguido volver a imponerse a ningún rival.

Tras la victoria en Vallecas, los rojillos ocupaban la séptima posición con 26 puntos y a partir de ahí se entró en un bache de resultados que le han trasladado a los últimos puestos de la clasificación. Después de vencer al equipo, que por aquel entonces entrenaba Fernando Vázquez, le siguieron marcadores malos. Se empató a uno frente al Recreativo de Huelva en el estadio de Son Moix y después se visitó La Rosaleda donde se perdió contra el Málaga por un gol a cero. Con este marcador se dio por acabada la primera vuelta y la segunda no pudo empezar peor ya que se perdió en Mestalla por la mínima ante el Valencia. Los malos resultados, como ya ocurrió en la primera vuelta, siguieron en el segundo encuentro de la reanudación y se perdió cero a dos contra el Celta en Son Moix. La tercera derrota consecutiva terminó de encadenarse ayer en el Calderón, lo que supone que los rojillos se queden a cinco puntos del Espanyol, que es antepenúltimo.

En esta segunda vuelta todavía no se ha sumado ningún punto y el colchón que consiguió el grupo balear gracias a las nueve jornadas consecutivas que encadenó sin perder, ahora ha quedado casi en nada. Los rojillos están encuadrados en un grupo de equipos que suman 27 puntos y, si bien la situación no es dramática, es necesario volver a enderezar el rumbo para evitar que los problemas crezcan cuando lleguen las jornadas más decisivas del campeonato.