El amable tránsito del Mallorca por la Copa había ocultado hasta
ahora el enorme déficit que iba arrastrando en el torneo de Liga.
Apenas cinco semanas después de lograr un triunfo balsámico en
Vallecas que parecía blindar la permanencia, el equipo de Manzano
se ha visto obligado a manejarse en otros términos. Ha sumado sólo
6 de los últimos 36 puntos que había en juego y su ejercicio de
caída libre empieza a tener consecuencias en la clasificación,
porque los baleares han pasado de acomodarse entre la nobleza del
campeonato a moverse con el barro hasta las rodillas.
Que el grupo isleño es un equipo de rachas lo evidencian los
números. Abrió la Liga con tres derrotas en ristra, luego sumó
nueve victorias de forma consecutiva y ahora encadena cinco
jornadas sin sonreír. Ha caído hasta la décimoquinta posición, a
pesar de que las distancias en la zona media de la clasificación
son muy cortas. Con todo, la derrota en el Calderón ha subrayado
que el Mallorca se ha desconectado definitivamente hasta el 6 de
marzo, fecha en la que tendrá uno de los partidos más importantes
de su historia. Después de ganar en El Sardinero el pasado 17 de
noviembre de 2002 (1-2), los isleños acumularon decepción tras
decepción. El conjunto de Manzano abrió enero con un importante
empate en Riazor ante el Deportivo y desprendiendo muy buenas
sensaciones. Luego, el atropello del Real Madrid en Son Moix (1-5)
y la derrota por la mínima en Anoeta ante la Real Sociedad (2-1).
El año se cerró con otra bofetada ante el Barça en un partido que
será recordado por las expulsiones de Alvaro Novo y Samuel Etoo
(0-4).
El inicio del 2003 tampoco fue mucho mejor, porque el Mallorca
perdió en un partido gris ante el Sevilla en el Carranza (3-0). Sin
embargo, los rojillos consiguieron un triunfo reparador ante el
Rayo Vallecano en otro guiño a la heroicidad, porque se ganó
jugando en inferioridad (1-2). A partir de ese momento, todo han
sido malas noticias. Lesiones, expulsiones y arbitrajes bajo
sospecha.
El equipo se atascó ante el Recreativo en Son Moix -donde no
gana desde el 10 de noviembre, cuando superó al Alavés por 3 a 1- y
dio carpetazo a la primera vuelta con una derrota en La Rosaleda
ante el Málaga de Peiró. A pesar de todo, los insulares habían
amontonado 27 puntos tras los primeros 19 partidos y la sensación
de bienestar que generaba la situación en la Copa del Rey dejaba al
conjunto bermellón enganchado a todo. Pero tal y como empezó la
Liga, arrancó la segunda vuelta. El Mallorca perdió en su
desplazamiento a Mestalla ante el Valencia en un encuentro en el
que sólo la puntería de Mista pudo deshacer la madeja que tejió
Manzano. Luego, dos goles del brasileño Edú tumbaron al equipo
isleño, que mostró una de las imágenes más siniestras de la
temporada. La visita al Vicente Calderón el pasado domingo tampoco
le reportó ningún beneficio, además de dejarle una desastrosa
herencia para el encuentro ante el Athletic: tres jugadores
sancionados. Así, el partido ante el grupo de Jupp Heynckes está
marcado en rojo, porque a pesar de las numerosas ausencias las
urgencias empiezan a ser mayúsculas.
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