Reactivarse en la Liga con una victoria y olvidarse de los árbitros
son las dos exigencias de un Real Mallorca que, en la tarde de hoy,
se enfrenta al Athletic Club de Bilbao en Son Moix. La semana ha
venido marcada por un amplio abanico de manifestaciones con el
punto de mira dirigido al colectivo arbitral. Tras escuchar a los
jugadores, el presidente Alemany tomó el mando de las operaciones y
marcó la línea a seguir. Respeto y nada de protestas. Estas son las
dos consignas que deben seguir hoy los futbolistas del Mallorca
cuando salten al césped de Son Moix.
Pero más importante que el árbitro -por cierto hoy pita
Rodríguez Santiago- son los puntos en juego y estos ya empiezan a
ser vitales para el correcto devenir del campeonato. Las plazas del
descenso están demasiado cerca y los puestos de privilegio se
alejan por momentos. De hecho, esta semana se ha recordado
constantemente que el Espanyol, antepenúltimo en la clasificación,
está a cinco puntos y de ahí que la victoria contra el cuadro
rojiblanco sea hoy fundamental.
La primera remontada en la Liga empezó precisamente hace justo
una vuelta cuando los rojillos visitaron San Mamés. Después de tres
partidos consecutivos perdiendo -Valencia, Celta y Atlético- el
encuentro ante el Athletic se presentaba como una oportunidad de
oro para engancharse al campeonato. Media vuelta después ocurre
exactamente lo mismo.
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