TW
0

La junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) determinará el próximo 7 de abril en su reunión ordinaria si la final de la Copa del Rey se traslada a Valencia, tal y como ha solicitado el Recreativo de Huelva. Angel María Villar ha tomado esta decisión después de la entrevista que mantuvo ayer con Eduardo Herrera, presidente de la Federación Andaluza, y con Pedro Rodríguez, alcalde de la localidad onubense. Los representantes del decano del fútbol español le pidieron a Villar que estudiase la opción de fijar el partido en Mestalla ante el escaso aforo del Martínez Valero de Elche; el máximo mandatario de la RFEF anunció que trasladará el interrogante a la junta y que cursará una invitación a los presidentes de los dos clubes para que acudan a la cita del próximo lunes y «si lo consideran oportuno, exponer sus puntos de vista».

El Mallorca, por su parte, no ha recibido ninguna notificación oficial por parte de la Federación sobre la reunión de ayer y la de la junta directiva del próximo lunes, por lo que sigue trabajando como si la final se disputara en Elche. Un portavoz del club aseguraba ayer que «nosotros no tenemos constancia de nada y lo último que nos comunicó la RFEF es que el partido se jugaba en el Martínez Valero. Por eso mañana -por hoy- tenemos allí una reunión de trabajo». Sin embargo, es muy probable que el Mallorca acepte el cambio de sede que propone el Recreativo de Huelva, ya que era la primera opción que manejaba la entidad mallorquina para albergar la final de Copa.

El Recreativo de Huelva ya expresó su malestar con la decisión adoptada por la Federación de escoger Elche como sede de la final al considerar que muchos de los socios que tiene la entidad andaluza (17.400) no tendrían entrada para presenciar el encuentro. La RFEF tiene previsto conceder unas 14.000 localidades por club y se reserva alrededor de 5.000 para compromisos varios y para los aficionados de la ciudad ilicitana que quieran acudir al evento. Así, y teniendo en cuenta que la previsión del Recre es desplazar a cerca de 20.000 hinchas al partido, muchos de ellos se quedarían sin entrada. Francisco Mendoza, presidente del equipo blanquiazul, ha manifestado en diversas ocasiones que no acudirá a la final si este hecho se produce, y mantiene su pulso con la RFEF.