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Lolo Sainz, director general de la sección de baloncesto del Real Madrid, va a enfrentarse en las próximas semanas al reto de reconstruir un equipo que ha firmado los peores resultados en toda la historia del club y, de forma inmediata, a la espinosa obligación de decidir el futuro del técnico Javier Imbroda. Imbroda y Sainz han trabajado codo con codo en la selección nacional desde 1995 y, ahora, una temporada después de abandonar la Federación Española, sus cargos les condenan a encarar una situación donde sólo queda sitio para argumentos profesionales. «He hablado con Javier, pero aún debemos conversar en profundidad. Hay una parte, que es Javier, y otra, que es el club, y entre todos decidiremos. Me gustaría que Javier continúe, pero tiene que meditar cómo ha discurrido la temporada, que ha sido durísima porque todo ha salido al revés y en un club como el Real Madrid, con una enorme repercusión mediática, la responsabilidad es enorme», explicó Sainz en declaraciones a EFE.

El director general del baloncesto blanco, cuya confianza en el preparador melillense quedó fuera de toda duda cuando le apoyo para sucederle al frente del banquillo de la selección, está dispuesto a apostar de nuevo por Imbroda, pero para hacerlo necesita «ver a Javier firmemente seguro y concentrado». «No quiero presionarle porque la herida aún está muy reciente. Sigo pensando que Javier es un magnífico entrenador y no digo que pensemos prescindir de él, pero es necesario que haya un consenso», afirmó a EFE Sainz, plenamente consciente de que el técnico aún dispone de un año más de contrato.

El directivo, ligado durante la mayor parte de su trayectoria deportiva a la entidad madridista, comprende mejor que nadie la complicada situación a la que se enfrenta: «Ha sido una temporada mala. Creo que en un equipo como el Real Madrid siempre hay que hacer balance a final de temporada y esta temporada no hemos conseguido nada. Hemos terminado décimos, fuera de los 'play-offs' y sin competición europea para el año que viene».