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Efe/M.A.
La derrota encajada por el Recreativo ante el Sevilla (0-1), en el estadio Sánchez Pizjuán, ha supuesto su segundo descenso de Primera División, a lo largo de sus 113 años de historia.

El Recreativo logró su primer ascenso en la temporada 77-78 y descendió en la siguiente, a falta de cuatro jornadas. Veinticuatro años después, en la temporada 2001-2002, alcanzó de nuevo el ascenso, que vuelve a perder matemáticamente en la siguiente campaña, a falta de dos partidos para el final del campeonato.

El Recreativo, esta campaña, ha logrado ocho victorias, diez empates y 18 derrotas. Ha marcado 34 goles y ha encajado 60 tantos. Sin embargo, el conjunto de Lucas Alcaraz tiene su punto de mira puesto, como le ocurre al Mallorca, en la final de la Copa del Rey. El once de Gregorio Manzano luchará por el prestigioso trofeo ante un rival de Segunda División y Europa estará en juego por parte de ambos equipos, aunque la presión será para el equipo balear.

Ayer, Lucas Alcaraz señaló que las fuerzas se van a destinar ahora a un solo objetivo, el de la finalísima del próximo 28 J. «Durante toda esta temporada hemos dado un mensaje de compromiso, de espíritu de sacrificio y de superación enorme y ahora queremos darle a nuestra afición la Copa», ya que «el fútbol te deja satisfacciones y heridas, colmo la de ayer, que hay que superar». De esta forma, el conjunto ya descendido a Segunda, se jugará un trofeo como la Copa que, además de luchar por ganarlo, significa abrir la puerta de Europa con vistas a la próxima temporada.

El conjunto andaluz tiene en el partido del Martínez Valero el gran aliciente para una afición que, como ya se preveía, no ha adquirido la totalidad de las entradas de Copa que le han entregado y ha devuelto alrededor de quinientas, que pueden entregarse al Mallorca.