El Real Mallorca ve peligrar seriamente el trabajo llevado a cabo
estos últimos años toda vez que no se ha conseguido hasta el
momento cerrar la ampliación de capital que fue anunciada quince
días antes de disputarse la final de la Copa del Rey. La
preocupación en el club es máxima. También la masa social observa
con mucha inquietud el devenir de los acontecimientos y el tiempo
va pasando sin que nada se concrete. La respuesta del sector
privado se demora en exceso y los empresarios de la Isla que han
sido consultados no han dado un paso definitivo en favor de la
entidad bermellona. Su idea es ayudar y colaborar, pero hasta la
fecha todo ha quedado en un tratado de intenciones sin concretar.
Es cierto que el tiempo ha jugado en contra de todos, tanto del
club como de los propios empresarios, pero la realidad es que la
idea inicial de ver cómo el capital social pasaba otra vez a manos
mallorquinas no se ha producido.
En estos momentos la sensación que hay en el club y en su
entorno es que la entidad esta abocada a un peligro real de
transformación y que lo conseguido desde el punto de vista
deportivo durante estos últimos años puede quedar simplemente en el
recuerdo. A estas alturas de semana el club desconoce cuál es el
camino a seguir. Tiempo ya no hay, aunque es difícil hacerse a la
idea de que por falta de un apoyo común el equipo más
representativo de la Isla pueda dar un giro de 180 grados a su
política de trabajo y volver a entrar en una dinámica peligrosa que
parecía ya olvidada en el tiempo.
A falta de una semana para que el equipo vuelva al trabajo, los
ejecutivos del club están atados de pies y manos. No se ha podido
hacer hasta el momento efectiva la contratación de un entrenador,
la planificación deportiva está paralizada y varios clubes de
España y Europa están a la espera de que la situación sea tan
desesperada que el Mallorca no tenga más remedio que vender a sus
mejores futbolistas a bajo precio por una sencilla cuestión de
supervivencia. El club pidió en su momento una implicación de las
instituciones. Su grito de auxilio fue escuchado, pero de momento
se ha producido un efecto «eco» sin que realmente exista ningún
tipo de respuesta a la petición de ayuda que realizó en su momento
el Mallorca. El club pidió la mediación del presidente del Govern
Balear, Jaume Matas que llegó incluso a reunirse en Palma con el
todavía máximo accionista, Asensio Mosbah. Sin embargo no hay una
reacción definitiva y las buenas intenciones pregonadas por todos
no se han llevado a la práctica. ¿Cuál es la postura ahora del
Mallorca? En principio esperar a que realmente existe un interés
real por parte del capital extranjero. Si es así se analizarán sus
intenciones y si finalmente tampoco hay nadie en el exterior
interesado en el Mallorca, entonces no quedará mas remedio que
traspasar a todas las estrellas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.