TW
0

El Mallorca vuelve a citarse con la historia. El club balear suele hacerlo de vez en cuando y cada par de meses es protagonista de una gesta deportiva impensable años atrás, pero que estas últimas temporadas se ha convertido, afortunadamente para los aficionados, en algo a lo que ya están acostumbrados. Dos finales de la Copa del Rey, una de la Recopa y ahora la segunda en busca de la Supercopa de España, sin duda un trofeo menor para los que no están ahí, pero que tiene una importancia capital para quienes, como Mallorca y Madrid, van a tener el honor de disputárselo sobre el césped del Bernabéu.

Los de Jaime Pacheco parten con la ventaja de un gol. La ida se cerró el domingo con un ajustado dos a uno injusto a todas luces ya que los baleares merecieron mucho más al término de los noventa minutos. Ahora llega el momento de jugar otro partido, de afrontarlo de manera distinta, de saber, en definitiva, manejar la ansiedad, el resultado y los llamados «tiempos» de partido. Tal vez son demasiadas exigencias para un equipo que lleva un mes trabajando, pero que no quiere dejar escapar la oportunidad de seguir engordando las vitrinas de Son Moix. Posiblemente el choque de esta noche (21:45 horas) en el Santiago Bernabéu sea una historia diferente a lo visto hace apenas tres días, entre otras cosas porque seguramente el Madrid arrancará desde el minuto uno con argumentos diferentes a los que exhibió en Palma.

David Beckham debutará ante su afición, el estadio estará lleno a reventar y Florentino Pérez, en su plaza, no quiere dejar escapar la posibilidad de lograr el primer título oficial de la temporada. A excepción de Pavón y Raúl, que arrastran molestias del partido de ida, el resto del «planeta galáctico» que conforma el vestuario blanco estará presto y dispuesto para debutar en Chamartín ante la exigente afición merengue.