De su cuello colgaba una medalla de bronce, pero el cariño con el
que sus familiares y allegados recibieron a Elena Gómez
correspondía al de una campeona del mundo. No en vano, la ya cuarta
gimnasta del ránking mundial fue agasajada merecidamente a su
llegada a Son Sant Joan. Después de un largo viaje desde Estados
Unidos, Elena aparecía flanqueada por sus padres, José Ramón y
Antonia, para recibir una sonada ovación por parte de las más de
cien personas que acudieron a tributar el primer homenaje a la
tercera clasificada en suelo y quinta en la barra de
equilibrios.
Entre las autoridades que quisieron felicitar en primera persona
a Elena, cabe descatar al director general d'Esports, «Pepote»
Ballester; y en nombre del Ajuntament de Manacor, Rafael Nadal y
Guillem Matamalas, además de la presidenta de la Federación Balear,
Aina Rodrigo. Elena Gómez quiso agradecer la presencia de sus más
allegados, caso de sus hermanos, y de las gimnastas del Cor
Olímpic, que no dudaron en solicitar un autógrafo a su ídolo.
No en vano, sus cánticos de apoyo fueron los que dieron un color
especial a la llegada de la doble medallista en un Mundial, después
de lograr el oro en Debrecen y el bronce en Anaheim, donde se ha
confirmado como una de las más firmes esperanzas del equipo español
cara a los Juegos Olímpicos de Atenas'2004. Precisamente, ése es el
gran objetivo de la mallorquina que valora en su justa medida el
resultado logrado en California.
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