Alemany, con Aragonés al fondo, en la presentación del madrileño como entenador del Mallorca en la temporada 2000/01. Foto: TOMÁS MONSERRAT

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La jornada de reflexión que se autoimpuso el Real Mallorca acabó alteró sustancialmente sus planes iniciales. Mateo Alemany descartó la contratación de José Manuel Esnal «Mané» y, de paso, también dejó sin resolver un asunto capital: la contratación de un nuevo entrenador. En este nuevo escenario ha emergido con fuerza el nombre de Luis Aragonés, que se ha convertido en el gran objetivo del club balear. ESabio de Hortaleza, que meses atrás finiquitó su tormentosa relación con el Atlético de Madrid, genera consenso en todos los estamentos de la entidad y es probable que Alemany aprovechara su estancia en Madrid para entablar las primeras negociaciones.

El presidente se había despazado ayer a la capital de España para reunirse con Mané, aunque a media tarde contactó con su agente y le trasmitió el cambio de planes. El Mallorca ha argumentado que su decisión no obedece a motivos estrictamente económicos -el vitoriano solicitaba más de un millón de euros por hacerse cargo del equipo-, sino de aspectos de otra índole.

La contatación de Luis Aragonés no será sencilla y Alemany tendrá trabajo. A sus 65 años de edad y con una hoja ser servicios excepcional, al técnico madrileño le costará digerir que José Manuel Esnal «Mané» haya ocupado durante los últimos días un puesto preferencial, aunque su ilusión por seguir entrenando y la extraordinaria relación que mantiene con el presidente del Mallorca son aspectos que juegan a favor de la entidad balear.