Después de varios años fuera del calendario, la XVIII Baixada a
Sóller-Memorial Jaume Oliver regresó con toda la grandeza que
preside a una prueba con solera. Sobre un recorrido total de veinte
kilómetros, cerca de dos centenares de ciclistas quisieron unirse a
la historia en el reencuentro con un trazado plagado de
emociones.
La XVIII Baixada a Sóller, organizada por el Club Ciclista
Defensora Sollerense, finalizó con una merecida merienda que sirvió
para reponer las fuerzas perdidas en la ruta y compartir unos
momentos de conversación.
A las diez de la mañana se tomaba la salida desde Valldemossa.
Profesionales como Xisco Martí o Joan Horrach -flamante fichaje del
Illes Balears-Banesto- daban lustre a un pelotón que se vio
reducido por las adversidades meteorológicas. Desde ese punto, se
tomó rumbo hacia Sóller, previo paso por Deià. El Port de Sóller
fue la escala previa antes de un nuevo reagrupamiento camino de la
Plaça de la Constitució de la capital de la Vall.
La respuesta de los ciclistas, pero en especial de los
aficionados de Sóller, resultó excepcional. Cabe destacar que la
prueba cierra la primera edición de la Copa Illes Balears de
cicloturismo, una iniciativa que ha contado con el visto bueno de
los corredores, que ayer quisieron cerrar la temporada 2003 con un
recorrido suave.
Los consistorios de Valldemossa, Deià, Sóller y Fornalutx,
además del Consell de Mallorca y numerosas firmas comerciales, han
permitido que la XVIII Baixada a Sóller vuelva a ser un
acontecimiento con peso específico dentro del mundo del pedal y que
sea punto de encuentro de la gran familia ciclista.
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