El filial resurge en su triunfo más elaborado

MALLORCA B: Moyà (**), Campos (***), Moreno (**), Ramis (-), Camacho (**), Zazo (**), Cano (*), Rafita (**), Víctor (***), Xisco (**) y Enric Pi (**).
Cambios: Javi (*) por Xisco; Busi (*)por Víctor y Ernesto (*) por Enric Pi.

VALENCIA B: Raúl Moreno (*), Pedro (*), Soriano (*), Córcoles (*), Berna (*), David S. (*), Borja (*), Rubio (*), Giovani (*), J. Gavilán (-) y Carlitos Pérez (*).
Cambios: Chupe (*) por Rubio; Juanlu (**) por Soriano y Danilo (*) por Berna.

Àrbitro: Rebollo López (-) (Colegio catalán). Mala actuación. Amonestó a Moreno, Rafita y Toni Cazorla por parte local y a Juanlu, Danilo y J.Gavilán por parte visitante. Expulsó de manera directa a Ramis (minuto 22) y por doble amonestación a Cano (39).

Goles:
1-0, minuto 19, Xisco.
1-1, minuto 36, Giovani.
2-1, minuto 71, Víctor.

Carlos Román

La suerte parece haber cambiado para el filial, que acaba de obtener un cargamento de moral cuando menos lo imaginaba. Los hombres de Cazorla supieron sobreponerse a las adversidades que le acecharon durante noventa minutos y alteraron el signo de su trayectoria en un ejercicio de empeño. El Valencia B contribuyó a la rehabilitación mallorquinista y cuajó una triste actuación cuando lo tenía todo en su mano para recuperarse.

El Mallorca B se posicionó ante el partido con la intención de propinar un vuelco a su trayectoria, pero consciente de las precauciones que debía tomar para llevarlo a cabo. Adoptó el control del balón y mostró una buena predisposición ante un equipo que no terminaba de desperezarse. El tiempo de tanteo estuvo siempre supervisado por los locales y los levantinos sólo se exhibieron en ataque con un disparo envenenado de Carlitos Pérez que Moyà envió a córner (minuto 13).

La ocasión más clara para los baleares se tradujo inmediatamente en la primera diana de la mañana. Rafita encontró a Xisco refugiado en la banda izquierda y éste tras controlar y recortar a su par, superó por bajo a Raúl Moreno con un preciso disparo que se alojó en la red. Pintaban bien las cosas para un filial mentalizado que estaba leyendo de manera inteligente el encuentro.

El aspecto del duelo cambió de forma accidental e inesperada. Un balón largo con destino a Gavilán sorprendió a la defensa balear y Ramis, que le derribó en las inmediaciones del área, tomaba el camino de los vestuarios tras ver la tarjeta roja. Apenas habían pasado tres minutos desde el tanto de Xisco y el panorama ya se había deteriorado.

La superioridad despertó los sentidos del Valencia aunque el conjunto bermellón no quiso entregarse antes de tiempo. Soriano lo intentó enseguida con un tiro blando que empleó a modo de advertencia y sólo dos minutos más tarde, un despiste defensivo en un córner propició que el balón recayera en los pies de Giovani, que igualaba el partido sin esfuerzo.

Todo parecía diluirse y por si fuera poco, dos faltas en menos de tres minutos significaron dos rigurosas amonestaciones que valían la expulsión de Cano. Era el minuto 39, los locales jugaban ya con nueve y Cazorla se desesperaba en la banda buscando una solución a la hemorragia del equipo. El filial quiso ponerse a salvo y alcanzó el descanso desconfiante.

El Valencia no supo buscar el gol y se estrelló siempre en la defensa. Las opciones del filial pasaban únicamente por los balones largos que servía Moyà y tras probarlo en un par de intentos, Víctor hizo un alarde de clase y entregó a su equipo una ventaja impensable. El Mallorca B tuvo entonces el oficio que le había faltado hasta el momento.
LO MEJOR: El Mallorca B
LO PEOR: Las expulsiones