Los jugadores del Mallorca festejan el tanto de Samuel Etoo, que abrió el marcador en Vilarreal. Foto: HEINO KALIS

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Luis Aragonés cogió a un Mallorca en números rojos, deficitario, con unos registros enclenques y una dinámica perdedora. Su llegada al equipo coincidió con un par de bofetadas ante Barça y Valencia, pero ni por esas bajó los brazos. Tiró de manual y abrió su catálogo de recursos, a medio camino entre la psicología y la pizarra. El resultado ha sido tan espectacular como el revolcón que ha sufrido el conjunto isleño, que ha pasado de convivir con la miseria a pasearse entre las nubes. Ayer le bastó a los rojillos con un par de minutos de inspiración de Campano y Etoo para tumbar al Villarreal, que hasta ahora no había perdido en su estadio y que acabó entregado (0-2).

El Mallorca tomó desde el inicio el mando de las operaciones. Amparado en la movilidad de Etoo, en una presión asfixiante y en la verticalidad de Nené,el equipo de Aragonés se movía siempre en territorio ajeno, como si quisiera tener pronto el gobierno de la cita. Tanto se manejaban los isleños en terreno del Villarreal que Roger le largó un zurdazo desde su campo a Leo Franco, que tuvo que retroceder antes de enviar el cuero a la esquina (minuto 10). Marcos perseguía a Riquelme cada vez que el argentino trataba de generar algo de juego, y eso cortocircuitó a los de Floro durante la primera media hora. El Mallorca despreciaba el balón en defensa, pero lo mimaba en el círculo central, en parte porque Campano se asoció bien con los dos pivotes. Claro que los rojillos no iban sobrados de pegada -a excepción de dos tiros inocuos de Nené y Etoo- y el Villarreal notó que era el momento de cambiar la dinámica. La aparición de Belletti y el talento de Roger guiaron a los de Castellón, que empezaron a mirar a los ojos de Leo Franco; primero con un servicio del catalán que José Mari estrelló en el cuerpo del portero argentino (minuto 30) y luego con un gol anulado a Anderson (34). Con todo, nada alteró el marcador y el equipo de Luis se marchó al descanso esperando su opción.

Y llegó en un arranque de segundo tiempo galáctico. En apenas nueve minutos Etoo ya había encontrado el camino tras una gran entrega de Campano, que le metió la bola en el área chica para que el camerunés batiera por bajo a Reina; luego, el sevillano selló el triunfo tras combinar en la frontal con Bruggink, que acababa de irrumpir por el partido. El Mallorca había dinamitado el encuentro con una exhibición de talento y juego colectivo, algo que acabó por desquiciar al Villarreal, que se sintió con pocas fuerzas para levantarse tras el impacto del 0-2. Bruggink pudo lograr el tercero al conectar un pase de Nené (minuto 69), y poco después al disparar con la zurda ante la oposición de Quique Alvarez (minuto 70). Con los levantinos suicidándose, los bermellones encontraban muchos espacios para llegar a la meta de Reina, pero la mejor oportunidad para alterar el simultáneo la tuvo José Mari, que estrelló la pelota en el larguero tras un gran escorzo.