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Marcelino Benito|HOUSTON
Los protagonistas deportivos, del mundo de los negocios, la televisión y los aficionados ponen a punto los últimos detalles para estar listos cuando esta noche dé comienzo en el Reliant Stadium de Houston el partido de la 38 edición del Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL). El partido que disputarán los Patriots de New England, los grandes favoritos -llegan por segundo año en tres temporadas-, y las Panthers de Carolina -son los debutantes-, volverá a convertirse en la gran fiesta deportiva del año en Estados Unidos, que una vez más paralizará al país.

Se calcula que más de 120 millones de estadounidenses verán el partido por televisión y habrá más de 1.000 millones que también lo hagan a través de todo el mundo, lo que le ha permitido a la cadena CBS, responsable de la trasmisión, cobrar 2,3 millones de dólares por cada comercial de 30 segundos que emita durante el partido. Más de 3.000 periodistas, entre ellos 400 extranjeros, han sido acreditados por la NFL para que cubran todo lo relacionado con las actividades y el partido del Super Bowl, que llega por segunda vez en la historia a la ciudad de Houston, la primera vez que se disputó fue en 1974, en el Rice Stadium, ante 72.000 hinchas.

Pero para los entrenadores y jugadores de ambos equipos esos aspectos no cuentan y su mayor preocupación es afinar los detalles técnicos y de estrategia que van a seguir en el campo con el único objetivo de conseguir la victoria. Tanto Bill Belichick, entrenador de los Patriotas, como John Fox, de las Panteras, tienen muy claro que la clave para conseguir el triunfo final es explotar al máximo las debilidades que presenten en el campo cada uno de sus respectivos equipos, que cuentan con características muy similares tanto en defensa como en ataque.