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La belga Justine Henin amplió su palmarés en el Grand Slam al conseguir su primer título en el Abierto de Australia con una victoria sobre su compatriota Kim Clijsters que le sirve para conservar su puesto de número uno del mundo. En una hora y 47 minutos, Henin se impuso en la final por 6-3, 4-6 y 6-3 para ganar el decimosexto torneo de su carrera, el segundo este año después de Sydney, y el tercero del Grand Slam. En la primera final belga en Australia, la de Lieja se convirtió en la jugadora número 17 que gana esta competición desde que comenzó la Era Open.

No obstante, su triunfo quedó empañado por un sola jugada en la que las diferencias entre estas dos jugadoras quedó de manifiesto. Corría el tercer set, con 4-3 para Henin-Hardenne, que pasaba por malos momentos después de haber cometido dos dobles faltas en ese juego, mientras que Clijsters se recuperaba espectacularmente después de estar abajo 4-0, cuando una volea de derecha de la novia de Lleyton Hewitt tocó la línea de fondo.

Clijsters levantó el puño en señal de garra, pues significaba el iguales en este juego y mantenerse con vida. Incluso el juez de línea señaló la bola buena, pero Henin advirtió que era mala con su dedo reiteradamente. La juez de silla francesa Sandra de Jenken modificó la decisión de su subordinado y también consideró mala la bola de Kim, con lo que Justine se colocó luego 5-3. La repetición por mostró claramente que Clijsters tenía razón, y el público, que también lo entendió así, silbó a la tenista de Lieja durante varios minutos.