MÓNACO: Roma; Ibarra, Rodríguez, Givet, Evra; Giuly, Plasil, Cissé, Rothen, Morientes y Prso.
Cambios: Adebayor por Morientes; El Fakiri por Giuly y Nonda por Prso.
REAL MADRID: Casillas; Salgado, Helguera, Mejía, Roberto Carlos; Borja, Guti; Figo, Zidane, Raúl; Ronaldo.
Cambios: Solari por Borja; Raúl Bravo por Salgado y Portillo por Guti.
Àrbitro: Pierluigi Collina (ITA). Mostró tarjeta amarilla a Borja e Iván Helguera.
Goles:
0-1 minuto 35, Raúl.
1-1 minuto 45, Giuly.
2-1 minuto 48, Morientes.
3-1 minuto 66, Giuly.
Isidoro Santos|MONTECARLO
El Real Madrid vivió una de las noches más negras de su historia reciente en el estadio Luis II de Montecarlo, donde el Mónaco convirtió en realidad un sueño que parecía imposible y dejó fuera de la Liga de Campeones al equipo español con un triunfo por 3-1 que le sirvió para contrarrestar el 4-2 que encajó en la ida. Después de estar en la penúltima ronda del torneo las cuatro ediciones precedentes, el Real Madrid dijo adiós a la competición en la que ha cimentado su prestigio con una actuación lamentable. Marcó primero y lo tuvo todo a favor, pero pecó de soberbia. Creyó que tenía herido de muerte a su adversario, no le asestó el golpe de gracia y le aupó hacia el triunfo por culpa de sus propios errores y de su indolencia.
El Mónaco, un equipo muy inferior al Real Madrid, hizo tambalearse el cuarto proyecto deportivo de Florentino Pérez. Al equipo blanco ya solo le queda la Liga española para salvar la temporada. Carlos Queiroz apostó por Borja Fernández para cubrir la baja del sancionado David Beckham y volvió a confiar en Alvaro Mejía, que formó pareja con Iván Helguera en el centro de la defensa.Toda una declaración de intenciones del técnico luso. El Mónaco, como se preveía, planteó la batalla con más artillería de lo habitual. Didier Deschamps, técnico del cuadro del Principado, retrasó al capitán Ludovic Giuly a la posición de media punta y alineó en el frente de ataque al croata Dado Prso y a Fernando Morientes.
Con todo a favor, el Real Madrid se había relajado en exceso, se había creído que tenía el trabajo hecho y dio aire a un rival que comenzó a creer en el milagro. Morientes desperdició una excelente oportunidad de marcar el tercer gol del Mónaco en el minuto 59, con el equipo madridista en plena crisis, incapaz de contrarrestar la avalancha que se le vino encima y que culminó con un gol de espuela de Giuly (m.65) tras un centro cruzado del argentino Ibarra. El Madrid se salvó de una goleada mayor porque los postes repelieron dos remates monegascos en los últimos minutos.
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