Un partido grande en Chamartín y 45 puntos en la cuenta corriente
no han sido suficientes para liquidar de una vez por todas el
asunto de la permanencia. Las matemáticas continúan dando la
espalda al Mallorca, un equipo que ha ganado los tres últimos
partidos que ha disputado (Valladolid, Málaga y Real Madrid) y que
sigue sin experimentar una plena sensación de alivio. A falta de
dos jornadas para alcanzar el final del torneo, el equipo de Luis
contempla los puestos de descenso desde una óptica privilegiada,
aunque en estos momentos la aritmética le sigue reclamando un
punto. La pujanza de Celta y Espanyol, dos equipos antaño
prácticamente deshauciados, han convertido el sótano de la Liga en
un escenario colapsado. El descenso está abierto a todos, incluso
con 45 puntos en la mochila es posible descender ainfierno.
El Valladolid, que durante la primera vuelta de la competición
llegó a pensar en Europa, se ha convertido en un claro candidato a
perder la categoría. El despido de Fernándo Vázquez, gestado tras
la victoria del Mallorca en Zorrilla, apenas ha tenido efecto. El
cuadro pucelano ha caído a la penúltima posición y con 38 puntos,
ha dejado de competir con el Mallorca, que se encuentra a 7 de
distancia. Con el Murcia sentenciado desde hace muchas jornadas, la
combinación de resultados que deben producirse para que el cuadro
balear pierda rango es rocambolesca. De hecho, el Mallorca puede
asegurarse incluso la permanencia antes de saltar el domingo al
terreno de juego. 24 horas antes debe disputarse el clásico gallego
en Riazor. Si el Celta no es capaz de ganar al Deportivo A Coruña,
su eterno rival, los números dejarían completamente blindada la
permanencia. Horacio Gómez, presidente del club vigués, reclamó
días atrás «la ayuda» del Deportivo y llegó a declarar públicamente
que el Deportivo «debe dejarse ganar». En la última jornada, el
Celta -quizás ya descendido- recibe al Mallorca en Balaidos.
El Espanyol contempla su futuro con la ventaja que reporta
depender de su fútbol. Para el cuadro catalán, el influjo de otros
resultados es relativo. La ascensión del equipo de Luis Fernández
está siendo espectacular. Pochettino y De la Peña certificaron un
gran triunfo sobre el Deportivo y alcanzar los 40 puntos. Este
bagaje le ha impulsado hasta el puesto diecisiete. Por delante de
Celta y Valladolid, el Espanyol se plantará el domingo en Son Moix
con la necesidad de sumar, aunque el resultado de A Coruña puede
condicionar su planteamiento. El Espanyol cerrará el campeonato
jugando en casa ante el Murcia. Los nubarrones se han instalado
sobre Valladolid, que incluso sumando los seis puntos (debe visitar
al Betis y recibir al Villarreal) puede acabar en Segunda. Racing y
Zaragoza, ambos con 42 puntos, respiran, aunque el calendario que
aguarda al actual campeón de Copa es especialmente complejo:
Atlético de Madrid (en el Calderón) y Barcelona.
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