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Efe|FARO
La entrada al estadio del Algarve, entre Faro y Loulé, se convirtió ayer en una aventura para cientos de periodistas acreditados, que debieron soportar un filtro de hasta cuatro controles policiales para acceder a la grada cuando todavía faltaban 4 horas para el comienzo del partido España-Rusia. Detectores de metales, perros policías, registros exhaustivos, todo un manual de medidas férreas para luchar contra hipotéticos atentados, se llevaron a la práctica en una calurosa tarde en Faro, capital de Algarve, donde el termómetro marcaba 33 grados en el exterior del recinto.

Por otra parte, el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) luso registró ayer un aumento del 200 por ciento en el paso de españoles a Portugal por la frontera del Guadiana, según fuentes de ese servicio policial luso. Atraídos por la presencia de la selección española, que disputó ayer ante Rusia su primer partido de la Eurocopa de Naciones, casi 1.200 vehículos por hora, que equivalen a unas 3.000 personas cada 60 minutos, atravesaron desde Andalucía al vecino Algarve luso, lo que provocó colas de automóviles a ambos lados de la frontera.

El SEF reveló, asimismo, que 25 personas fueron obligadas a pasar a territorio español por no cumplir los requisitos para entrar en Portugal, pero ninguno de ellos fue español, y en su mayoría ciudadanos de países de Europa oriental y de América. Asimismo, Iberia ofrecerá más de 2.500 plazas adicionales para volar a Portugal. Hasta el 6 de julio la aerolínea incrementará su oferta de asientos en todos sus vuelos con Portugal.