Basso, de 26 años, puso su firma con letras de oro en la primera
etapa con final en alto, la duodécima etapa del Tour de Francia,
disputada a través de 197 kms entre las localidades de
Castelsarrasin y La Mongie. El mejor joven de la prueba francesa
disputada en 2002 se jugó la gloria con Armstrong y le salió cara
apuntándose la victoria más importante de su carrera ante el
quíntuple ganador de la «Grande Boucle», que apenas le disputó el
triunfo de etapa.
Dos años
El ciclista del CSC terminó con dos años de sequía alzando los
brazos con un tiempo de 5h.03.58, el mismo que Armstrong. La
tercera plaza fue para el alemán Andreas Kloden a 20 segundos, la
cuarta para el campeón de España Francisco Mancebo, del Illes
Balears, a 24, la quinta para Carlos Sastre, compañero del
vencedor, a 33 y la sexta para Oscar Pereiro a 50. Iban Mayo entró
en el «top ten» de la etapa con la novena plaza final a 1.03.
A partir de ahí el destrozo fue considerable entre la jerarquía
del Tour. Armstrong dejó las cosas en su sitio muy pronto, no
esperó más que a la primera etapa seria de montaña. Metió 2.30 a
Ullrich y Oscar Sevilla, 2.57 a Heras y 3.27 a Hamilton, un empujón
hacia el precipicio considerable para el grupo de oposición al gran
jefe americano.
Voeckler entró a 4 minutos, pero aguantó como un titán y retuvo
un día más el maillot. Armstrong ya saltó al segundo puesto a 5.24
y la tercera plaza también la puso conservar el francés Sandy
Casar, a 5.50. En la «otra» clasificación el texano solo mira de
cerca a Basso, sexto a 1:19 y a Mancebo, séptimo a 1.29. Ullrich,
Sevilla y Hamilton ya están en el club que superan los 3 minutos,
Heras se alejó a más de 5 y Mayo ya está en 7, algo que les deja
muy lejos de la victoria final.
El primer asalto fue devastador y colocó en camino al ciclista
texano, «el más fuerte con diferencia», según el ganador. Un puerto
de casi 13 km con un desnivel del 6,8 por ciento fue el escenario
del desastre para unos y la confirmación para otros. Basso salió
reforzado junto a Fracisco Mancebo como nuevos jefes de los rivales
a batir. Balance más que satisfactorio para el líder del equipo
ciclista US Postal.
La etapa escribió su historia en el ascenso a La Mongie, pero no
faltó la escapada de rigor. Esta vez con cuatro hombres que apenas
permitieron al director dar el banderazo de salida, con el campeón
de Luxemburgo Kirchen como mejor clasificado a más de 12
minutos.
El cuarteto rodó en buena armonía, pero a medida que se acercaba
el Col del Aspin fueron cediendo terreno a marchas forzadas hasta
que finalizó la aventura en el km 157 a pie de puerto, donde pasó a
escena el US Postal con José Luis Rubiera y Azevedo en labores de
control y mando. El líder Voeckler sudaba tinta para aguantar el
tipo y mantenerse en las primeras posiciones de la etapa.
Aspin
El danés Rasmussen coronó el Aspin y aguantó en cabeza el descenso.
Entre los favoritos Armstrong quedó cortado con Ullrich y Mayo por
delante, pero enlazó a tiempo para que de nuevo su equipo dirigiese
el ascenso a La Mongie.
Rubiera, Azevedo e Hincapie pusieron un ritmo infernal que
destapó las miserias de Ullrich, Hamilton, Heras y compañía. Dos
ataques de Sastre a cinco kilómetros de meta hizo la selección
definitiva y ésta eligió a Basso y Armstrong como los candidatos al
triunfo de etapa.
El éxito, esta vez para el más joven, un hombre deseoso de hacer
algo grande en el Tour de Francia. Debutó hace tres años, el
primero se rompió la clavícula tras una lamentable caída, en la
edición del 2003 fue séptimo en la clasificación final. Ahora
quiere acompañar en el podio «al mejor, al hombre imbatible».
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