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José A. Diego|ATENAS
El atletismo, que tuvo su estreno el miércoles en la antigua Olimpia, da un salto de 29 siglos para reanudar hoy su programa de competición en un estadio de Atenas remozado con la más moderna tecnología. El ecuatoriano Jefferson Pérez y el español Francisco Fernández contienden por la primera medalla en la primera prueba del estadio, los 20 kilómetros marcha. Robert Korzeniowski, el más grande de todos los tiempos, doble campeón olímpico en Sydney 2000, no saldrá en la marcha corta. El polaco, que se despide de los Juegos, prefiere concentrar sus últimas fuerzas en los 50 km.

Jefferson hizo historia en Atlanta'96 con su medalla de oro. Con 22 años fue el campeón olímpico de marcha más joven de la historia. Luego atravesó una etapa difícil, con retirada incluida, y regresó con fuerza el año pasado. En los mundiales de París se alzó, a un tiempo, con el título y el récord mundial de la prueba (1h17:21). La primera jornada en el estadio contiene una final más, la de 10.000 metros, que ofrece un gran duelo venido a menos: Haile Gebreselassie, dos veces campeón olímpico de la distancia, se enfrenta al imposible reto de batir a su joven compatriota Kenenisa Bekele, nuevo plusmarquista mundial de 5.000 y 10.000.

Cuatro títulos mundiales consecutivos, dos olímpicos y 18 récords del mundo jalonan la excepcional trayectoria de Gebreselassie, que a sus 31 años se despide en Atenas de la carrera en pista para trasladarse con armas y bagajes al maratón. Bekele, de 22 años, compañero de entrenamientos de Gebre, presenta un historial más corto: un título mundial de 10.000 y seis de cross, pero nadie pone en duda que en Atenas estrenará su historial olímpico con la medalla de oro. Este año, en sólo nueve días, arrebató a Gebre los récords mundiales de 5 y 10 km.