Después del revuelo originado con su llegada, a Yoshito Okubo le
llegó ayer la hora de vestirse de corto y de integrarse por fin en
el vestuario del Mallorca. Condicionado por la barrera idiomática,
pero con la soltura y el desperpajo que le caracterizan, el
delantero japonés conoció personalmente a sus compañeros y realizó
su primera sesión de trabajo junto al grupo bajo la atenta mirada
de Cúper y su preparador físico, José Manuel Alfano.
Cada uno de sus movimientos fue seguido con lupa por los
numerosos aficionados y periodistas desplazados desde Japón y tras
el entrenamiento, Yoshito subió a la tribuna de oradores para
explicar sus primeras sensaciones. «Me lo he pasado muy bien porque
tenía ganas de jugar a fútbol. No he visto todavía muchas
diferencias en el toque de balón y aunque al principio no entendía
nada, he intentado coger alguna palabra para consultarla después en
el diccionario», señalaba el atacante.
Okubo subrayaba que «Cúper me ha dicho que tengo que luchar con
sentimiento y los jugadores se han ido presentando por su cuenta.
Los que más caso me han hecho son Delibasic y un jugador que no sé
como se llama», añadía.
El delantero, que siguió el partido ante Osasuna desde el palco,
rechazó hacer todavía valoraciones sobre el nivel de juego de sus
compañeros y aseguró que «tengo ganas de esforzarme para conseguir
buenos resultados».
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