TW
0
Mallorca B 1
Fuenlabrada 2

MALLORCA B: Cabrero (*), Tito (*), Dani (-), José (*), Camacho (*), Zazo (*), Souaidy (-), Javi (-), Busi (-), Sebas (-)y Enric Pi (-).
Cambios: Rafita (*) por Sebas; Miguel Àngel (*) por Camacho y Carmona (*) por Javi.

FUENLABRADA: Raúl (*), Jonathan (**), Tonet (*), Carlos Sanz (**), Juanlu (*), Aloisio (***), Javi Sánchez (**), Barbero (**), Sosa (*), Juli (*) y Jaime (**).
Cambios: Pascual (*) por Jaime; Prieto (*)por Javi Sánchez y Mario (*) por Barbero.

Àrbitro: Crespo García (*). Amonestó al local José y a los visitantes Tonet y Jaime. Expulsó por doble amonestación al mallorquinista Busi y de forma directa al técnico visitante, Emilio Ferreras.

Goles:
1-0, minuto 37, Busi.
1-1, minuto 38, Barbero.
1-2, minuto 44, Juli.

El Mallorca B se ha metido en un callejón sin salida. El equipo de Cazorla encajó ayer uno de esos golpes de los que cuesta reestablecerse y sigue con el fango hasta las rodillas después de que el Fuenlabrada le sacara los colores en su propio terreno de juego. Mal pintan las cosas para el cuadro mallorquinista, que sigue reculando en la tabla y que deberá variar mucho su aspecto si quiere asegurarse la permanencia (1-2).

El partido fue excesivamente áspero para el público porque los dos equipos abusaron siempre depelotazo. Uno y otro quisieron imponerse en el círculo central utilizando la fuerza y el encuentro se fue afeando sin que pudieran rescatarse apenas detalles positivos. Observar dos pases seguidos se convirtió en una quimera durante los minutos iniciales y el reloj fue avanzando sin que ninguno de los dos equipos creara peligro ante la portería contraria.

El último cuarto de hora del primer tiempo resultó decisivo en el devenir del partido. El filial logró arañar un córner después de una acción trabada y acabó sacando petróleo de un error de Raúl, que no logró atajar un balón que le correspondía. Busi, muy atento, cabeceó en el segundo palo y otorgó a su equipo una ventaja sorprendente. Cuando parecía que el encuentro empezaba a encarrilarse al filial le temblaron las piernas. Recibió un tanto cuando aún no había acabado de celebrar su ventaja y empezó a moldear un nuevo fracaso.

El Fuenlabrada experimentó el efecto contrario y se fue arriba para aprovechar el desconcierto rojillo. Su empeño dio resultado y cuando el choque parecía abocado al descanso, una mala cesión de Souaidy fue rescatada por los madrileños y el balón acabó en el fondo de las mallas. Cazorla movió el banquillo sin éxito y la expulsión de Busi en el segundo tiempo diluyó totalmente a los baleares.