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El Mallorca piensa en un futuro junto a Héctor Raúl Cúper, el entrenador con el que más alto ha volado y con el que probablemente rubricará su mayor fracaso deportivo de los últimos años: el retorno a Segunda División. El técnico argentino mantiene su crédito intacto ante el consejo de administración del club balear, que quiere confiarle su próximo proyecto. Con el equipo aparentemente abocado ainfierno, todo a punta a que Cúper será el entrenador encargado de intentar devolver al Mallorca a la máxima categoría. El presidente Alemany ha reiterado durante sus últimas intervenciones públicas que el contrato del preparador nacido en Chabas es de tres temporadas de duración. No se trata de un discurso para salir del paso, sino de un tratado de intenciones. Alemany siempre ha tenido una fe ciega en el manual de Cúper, a quien considera el mejor entrenador del mundo. Un descenso no hará cambiar la opinión del presidente, que hasta ahora ha sido compartida por el resto de consejeros.

El principal obstáculo con el que se puede encontrar el Mallorca en Segunda para mantener en nómina a Héctor Cúper es económico, aunque también debe resolverse si el argentino está dispuesto a ocupar un banquillo de segundo orden. Semanas atrás, el actual entrenador rojillo despejó este último interrogante y admitió esta posibilidad, aunque todo a punta a que durante el próximo verano su agente recibirá un buen puñado de ofertas. Independientemente de los resultados que está obteniendo en esta segunda etapa en el Mallorca, el prestigio de Cúper sigue intacto. Cualquier equipo español o italiano de primer nivel llamarán a su puerta.

El contrato de Héctor Cúper con el Real Mallorca expira el 30 de junio de 2007 y es uno de los entrenadores mejor pagados de Liga. Su ficha es difícilmente asumible en Segunda y es bastante probable que el club proponga una revisión a la baja. Sus emolumentos deberían ajustarse a la nueva categoría, aunque se establecería una prima por objetivos. Uno de los mayores problemas con los que puede encontrarse el Mallorca si no logra mantener la categoría radica en la espectacular reducción que sufrirán sus ingresos por la cesión de los derechos audiovisuales. De los 10 millones de euros que percibe anualmente de Audiovisual Sport por este concepto, en Segunda División pasaría a cobrar una cantidad ligeramente inferior al millón de euros. En esta tesitura, el club está obligado a armar un proyecto deportivamente solvente y ambicioso, aunque también deberá ajustarse a la economía que dicta la categoría de plata. Al margen de la intención de seguir contando con Héctor Cúper, los responsabes del club no ha ofrecido pista alguna sobre la futura confección de una plantilla que en la actualidad cuenta con un importante número de futbolistas cedidos.