Todavía faltan algunos trámites para que se haga oficial, pero el
Mallorca está más en Segunda que en Primera y eso se ha trasladado
a la grada. Ayer, minutos antes del partido ante el Valencia, el
aspecto de Son Moix era más triste que nunca y la mayoría de los
seguidores que llegaban al estadio confesaban abiertamente que lo
hacían para disfrutar in situ de los últimos coletazos del equipo
en la que algunos consideran la mejor liga del planeta. Los más
descarados subrayaban que su presencia en el estadio se debía
unicamente a la visita de los levantinos, pero casi nadie lo hacía
pensando en la salvación. Es más, algunos se presentaron en Son
Moix unicamente para exhibir su enfado contra el consejo, la
plantilla o el cuerpo técnico y aunque nadie se excedió en sus
protestas, si que se vieron pancartas que cuestionaron la gestión
de los mandatarios y la desidia de los futbolistas bermellones.
El Mallorca ya ha iniciado su travesía hacia einfierno del
fútbol español y eso es visible a muchos metros del estadio, donde
ya no se producen aglomeraciones y donde se han duplicado las
plazas de aparcamiento. Ayer sin ir más lejos, el color y el sonido
lo aportaron los numerosos aficionados del Valencia que se
desplazaron a la Isla, que empujaron a su equipos durante las horas
previas al choque. Los chés se hicieron notar por su cánticos y por
la estela naranja que dibujaban a su entrada al campo, pero también
por sus características tracas y por sus petardos, que irritaron a
más de uno y que provocaron el estruendo en los aledaños de Son
Moix.
Una vez dentro del campo tampoco hubo problemas de espacio. Muy
poca gente se atrevió a disfrutar de un día tan soleado desde la
grada y ni siquiera la llegada del vigente campeón de Liga hizo que
aumentara el nivel de asistencia. De hecho, en la mayoría de los
corrillos previos al encuentro casi nadie hablaba del Mallorca ni
de su estado actual y los problemas del once rojillo parecían
instalados en un segundo plano.
El Valencia acaparó los primeros silbidos de la tarde cuando
irrumpió por primera vez sobre el terreno de juego para calentar y
minutos después lo hacía el Mallorca, que sorprendentemente, tuvo
una calurosa bienvenida por parte de los aficionados presentes.
Cuandos los dos equipos saltaron al campo -lo hicieron unidos-
tampoco hubo muestras de separación entre la grada y la plantilla,
ya que las diferencias no se acentuaron hasta que el ritmo del
partido se hizo insoportable. De entrada, los aficionados
demostraron que están junto al equipo en un nuevo intento de
concederle la enésima oportunidad del curso, pero sus ánimos se
fueron apagando a la misma velocidad que avanzaba el encuentro.
Los pocos elogios que se repartieron fueron para Moyà, que vió
así premiada algunas de sus mejores intervenciones de la tarde. El
árbitro, y de muy forma especial uno de sus asistentes, se llevaron
los comentarios más desagradables, aunque todo en el partido de
ayer se movió dentro de la normalidad y el tedio. No hubo goles ni
tan siquiera en los videomarcadores del estadio y sólo los gritos
de guerra de la afición valencianista alteraban el silencio y la
calma del estadio. Buena parte del público, que se entretenía sobre
todo analizando la evolución del debutante Víctor, estaba más
pendiente de la final de Masters Series de Mónaco y del resultado
consechado por Rafael Nadal. Por lo menos, en la zona de los
pupitres de prensa las televisiones emitían imágenes de la NBA y
eso hacía más amena la tarde.
Ya en el descanso volvía a ser Nadal (Rafael) el que se erigía
en el protagonista. Los altavoces de Son Moix anunciaron su
victoria sobre Guillermo Coria y emanacorí se llevó la ovación más
importante de la jornada.
La segunda parte apenas dejó cosas interesantes y desembocó en
un abandono colectivo en el ecuador del segundo tiempo. Fueron
muchos los que se marcharon antes de tiempo y los valientes que
resistieron hasta el minuto noventa se contentaron con un detalle:
Por primera vez en todo el ejercicio el rival no marcó en Son
Moix.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.