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Después de una larga temporada, un merecido descanso es la recompensa que han hallado en Portocolom Rudy y Marta Fernández. Los hermanos más conocidos del baloncesto español cargan pilas de cara a los Europeos de Belgrado y Turquía, respectivamente, en su enclave predilecto y aprovechan estas semanas para ir a la playa, visitar a sus amigos y, por encima de todo, desconectar en lo posible del día a día sin perder la forma. Marta cambió el Ros Casares por el Barça y las cosas no han podido ir mejor. «En Valencia viví cinco años fantásticos, allí crecí como jugadora y persona, y fichar por el Barcelona supuso un reto personal. He mejorado, poseo más responsabilidad y he conocido a gente increíble. Por eso me alegró más si cabe ganar la Liga. Era un sueño hecho realidad y el colofón a la temporada», admite la escolta internacional y mejor jugadora española del momento, que apura hasta el día 25 para incorporarse a la selección.

Más vacaciones tendrá Rudy. Recién llegado de Estados Unidos, donde fue examinado de cerca por Larry Bird y las diferentes franquicias de la NBA, edos del DKV Joventut ha aplazado su irrupción en la mejor liga del planeta para llevar a la Penya a lo más alto. «Vivir ese ambiente en primera persona ha sido genial, una experiencia que vale la pena y me ha servido para orientar mi futuro y saber qué puedo encontrar allí. Intento evadirme de los comentarios que sobre mí se hacen, pero cuando llegue el momento ya hablaremos, es el destino el que me llevará hasta la NBA», explica Rudy, quien tiene en mente «sólo al DKV Joventut. Estamos haciendo un buen equipo y quiero asumir la responsabilidad que el entrenador me va a dar para ser el líder. Estoy acostumbrado, pues en las categorías inferiores era mi papel».

Una lesión mermó el potencial de Rudy en la recta final del curso, pero ahora quiere volver a ofrecer su mejor baloncesto, y podrá hacerlo en una categoría en la que el Menorca es la novedad. «Siempre estaban ahí y se lo merecen. Su ascenso demuestra que el baloncesto balear está en un momento dulce. A mí siempre me ha gustado la posibilidad de acabar mi carrera en un equipo mallorquín, pero queda mucho todavía», admitió. Su hermana comparte esta opinión y desea «que suba el Sóller o algún equipo a Liga Femenina», aunque Marta tampoco descarta la posibilidad de jugar en la WNBA. «Es mi objetivo y sueño, y se puede compaginar con la liga, pero no lo descarto y estuve a punto de ir este verano, pero la selección tiene prioridad. Soy joven y tengo tiempo», destaca la jugadora del Barça, que como Rudy avisa «de la dificultad del Europeo». Las ausencias de Cebrián y Gasol pueden ser claves, aunque «las medallas son posibles», coinciden Marta y Rudy, dos genios dentro y fuera de la pista.