El Mallorca ya reposa en Kössen. El grupo de Cúper consumió ayer
su primer día de concentración en el Tirol austríaco entre la
preocupación por el aguacero que cayó a primera hora de la tarde y
el cansancio acumulado tras las cinco horas que transcurrieron
desde la facturación en el aeropuerto de Son Sant Joan hasta la
llegada al Hotel Sonneck de la coqueta localidad austríaca. Y eso
que el autocar del equipo evitó un monumental atasco en la
autopista gracias a la sapiencia del conductor, que optó por
recorrer las carreteras más reconditas del sureste de Alemania para
no toparse de frente con una retención de órdago. La primera
jornada de «stage» comenzó a primera hora. El estómago del vuelo AB
9721 trasladó a veintidós hombres trajeados rumbo a una
concentración que se prolongará hasta el próximo día 31 con un
puñado de amistosos, hasta cuatro, y un sinfín de conclusiones. Por
cierto que en el mostrador de facturación los walkies echaron humo
ante la sorpresa que en algunas azafatas causó el numeroso
equipaje, cerca de 500 kilos de material, que acompañó el
trayecto.
Antes de embarcar, el presidente del Mallorca, Vicenç Grande,
quiso despedirse personalmente del cuerpo técnico y de la plantilla
y desearle una pretemporada exitosa. El principal accionista de la
SAD balear tiene previsto acudir unos días a Kössen «si mis
obligaciones me lo permiten». Y es que en la planta noble de la
entidad se trabaja a contrarreloj para satisfacer las peticiones
del entrenador argentino y ponerle en bandeja un par de jugadores
para terminar de amoldar el nuevo proyecto. La búsqueda de un
delantero centro monopoliza todas las llamadas de la secretaría
técnica. Cinco horas después de partir de Palma, la expedición
abrió de nuevo las puertas del hotel Sonneck con un único destino:
el comedor. Por espacio de unos sesenta minutos acallaron el
estómago antes del obligado y necesario descanso de casi dos horas,
mientras los ayudantes de material trabajaban a destajo para
preparar el terreno.
En ese momento, del inesperado calor que recibió a la expedición
en el aeropuerto de Munich, cerca de 34 grados, se pasó a una
lluvia torrencial que hizo peligrar la sesión de entrenamiento.
Entre los expedicionarios, varios apuntes para el recuerdo. Los
canteranos Gerardo, José y Rafita saborearon especialmente el viaje
y la convivencia con los mayores, aunque Rafita ya acudió hace dos
años a la pretemporada de Inglaterra con Jaime Pacheco como jefe.
También llamó la atención la presencia del ex futbolista Gustavo
Siviero, flamante «fichaje» de Héctor Cúper para la presente
temporada y que pasa a desempeñar las funciones de ayudante de
campo. También las caras nuevas, Toni Prats, Fernando Navarro,
Borja Fernández y «Pancho» Maciel vivieron un primer día cargado de
novedades.
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