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Carlos Montes de Oca|KÖSSEN
La pasada campaña, su presencia reactivó las pulsaciones del Mallorca. Con él sobre el campo, el grupo de Cúper no hincó la rodilla y protagonizó una espectacular remontada que le sirvió para amarrar una salvación. Ahora, Víctor Casadesús Castaño (s'Arenal, 1985) arranca con la misma pegada del curso pasado. El delantero mallorquín se reivindicó anteayer con dos goles al FC Traunstein en el primer ensayo de la pretemporada. Firmó uno de cabeza y otro con un disparo con el exterior que murió en la red tras pegar en el larguero. Con la humildad que le distingue, Víctor tildó de anécdota sus dos goles: «Quizás tuve la suerte de poder marcar dos, pero podría haber sido cualquier otro compañeros. Es anecdótico que marcara yo dos y otro compañero uno o ninguno», apuntó.

Víctor está mostrando su talento durante la pretemporada. No sólo en el primer bolo, sino durante los entrenamientos: «Me estoy encontrando bastante bien. En las pretemporadas anteriores siempre había tenido problemas con las lesiones y ahora puedo entrenar con el equipo normal». El delantero de Algaida, que el curso pasado acudió a la gira inglesa bajo las órdenes de Benito Floro, ha gozado este año de dos semanas de vacaciones por su presencia en el Mundial sub-20:«El año anterior apenas descansé unos días y estas dos semanas me han servido».

A pesar de contar con Okubo, Luis García y el propio Víctor, al margen de Perera y Delibasic, Cúper ha manifestado que quiere otro delantero: «El míster se tiene que cubrir un poco las espaldas, es normal, y cuanta más competencia haya es mejor. Yo soy el que más se tiene que ganar el sitio, pero entiendo al míster. Cada entrenador tiene sus métodos y si él encuentra que necesita otro delantero, pues perfecto.Yo tengo que entrenar al máximo».

Empate prensa-técnicos.
Como suele ser habitual durante la pretemporada, los enviados especiales de los medios de comunicación y algunos de los integrantes del cuerpo técnico disputaron ayer un partidillo que finalizó con un ajustado empate (4-4). Los medios demostraron su mejoría en relación a citas precedentes ante unos rivales notables: Gustavo Siviero, junto a Damià Amer, Antoni Servera, Vicenç Marí y José León. La polémica llegó cuando los técnicos señalaron un penalti por unas manos involuntarias. En el área contraria también hubo una clarísima pena máxima que, sin embargo, no fue pitada. Al final, un justo 4-4. Habrá revancha.

Bulerías tras la comida.
A pesar de la intensa carga de trabajo, los jugadores no pierden el buen humor. Un grupo de futbolistas suele amenizar la sobremesa cantando por bulerías en la barra del bar mientras se toman un café. Los andaluces, como siempre, demuestran su humor pese a las ampollas.

Cables entre manteles.
Al mediodía, el pequeño restaurante del hotel Sonneck se convierte en un hervidero de periodistas. El buen talante de los dueños, la familia Thaler, hace que se puedan combinar perfectamente las comidas servidas a los clientes con el manojo de cables y nervios de los periodistas apurando sus crónicas para entrar en los programas de mediodía o ultimando sus textos las informaciones vespertinas.