La comprometida situación económica que ha generado la eliminación
de la subvención para el mantenimiento de las federaciones ha
encendido las luces de alarma en la Conselleria de Presidència i
Esports. Toda vez que Ultima Hora hizo público el malestar de
muchas de aquellas entidades, especialmente las que atañen a
modalidades minoritarias, ante el notable recorte de las ayudas
recibidas (competiciones...) por parte del Govern, la escasez de
las de nuevo cuño (material) y la desaparición de la citada cuota,
el Govern ha optado por activar la vía de solución que tenía entre
manos. El pasado mes de enero, el director general d'Esports,
Pepote Ballester, hizo saber a los presidentes de las federaciones
deportivas la intención del Elecutivo de crear la tarjeta
federativa, un documento bancario que ayudaría a crear una nueva
vía de financiación para aquellas entidades. Con ello se buscaba
paliar la eliminación de la subvención para el mantenimiento de las
federaciones, que les servía para correr con gastos como la luz,
agua, limpieza, teléfono o alquiler de los locales y pago de los
empleados. El paso del tiempo, pero en especial la preocupación
surgida en el estamento federativo, han forzado que el proceso de
creación de la tarjeta federativa se haya visto acelerado.
La propia consellera de Presidència, Rosa Puig, confirmó a esta
redacción tal extremo, además de certificar que «hace unos meses se
les confirmó a las federaciones que se les retiraba esa línea de
subvenciones y se enfocaba una nueva. En ella entraba la creación
de la tarjeta federativa, un proyecto en el que hemos depositado
mucha ilusión». El documento ha salido a concurso público y de
momento son tres las entidades bancarias que se han interesado por
su concesión. Sa Nostra, CAM y La Caixa son las candidatas en la
fase final del proceso de adjudicación. La misma llevaría consigo
el pago de un canon fijo anual que correrá a cuenta de la entidad
bancaria concesionaria. Esta cantidad, que sería de 120.000 euros,
se repartiría entre todas las federaciones de manera proporcional y
cubriría el hueco dejado por la subvención de mantenimiento. Con
ello se espera ahorrar los trámites burocráticos que debían
soportar aquellos organismos. Además, por cada uso de las tarjetas,
se añadiría un importe adicional que iría a parar a las
federaciones. «Esperamos que tenga éxito, aunque tendrá que pasar
un período de prueba. Con ello, las federaciones podrán disponer de
autofinanciación», explicó Puig.
En un período máximos de dos meses, el Govern espera haber
podido firmar el convenio con la entidad que gane el concurso.
«Sabemos que intriducirla será difícil», admite la titular de
Presidència i Esports. La Escola Balear de l'Esport (EBE) será la
encargada de gestionar estas ayudas, que permitirán respirar a las
federaciones con menos fichas en su haber, algunas de las cuales
han exteriorizado su preocupación.
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