El director general d'Esports, Pepote Ballester, y la consellera de Presidència, Rosa Puig, en una reciente comparecencia.Foto: JAUME MOREY

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La comprometida situación económica que ha generado la eliminación de la subvención para el mantenimiento de las federaciones ha encendido las luces de alarma en la Conselleria de Presidència i Esports. Toda vez que Ultima Hora hizo público el malestar de muchas de aquellas entidades, especialmente las que atañen a modalidades minoritarias, ante el notable recorte de las ayudas recibidas (competiciones...) por parte del Govern, la escasez de las de nuevo cuño (material) y la desaparición de la citada cuota, el Govern ha optado por activar la vía de solución que tenía entre manos. El pasado mes de enero, el director general d'Esports, Pepote Ballester, hizo saber a los presidentes de las federaciones deportivas la intención del Elecutivo de crear la tarjeta federativa, un documento bancario que ayudaría a crear una nueva vía de financiación para aquellas entidades. Con ello se buscaba paliar la eliminación de la subvención para el mantenimiento de las federaciones, que les servía para correr con gastos como la luz, agua, limpieza, teléfono o alquiler de los locales y pago de los empleados. El paso del tiempo, pero en especial la preocupación surgida en el estamento federativo, han forzado que el proceso de creación de la tarjeta federativa se haya visto acelerado.

La propia consellera de Presidència, Rosa Puig, confirmó a esta redacción tal extremo, además de certificar que «hace unos meses se les confirmó a las federaciones que se les retiraba esa línea de subvenciones y se enfocaba una nueva. En ella entraba la creación de la tarjeta federativa, un proyecto en el que hemos depositado mucha ilusión». El documento ha salido a concurso público y de momento son tres las entidades bancarias que se han interesado por su concesión. Sa Nostra, CAM y La Caixa son las candidatas en la fase final del proceso de adjudicación. La misma llevaría consigo el pago de un canon fijo anual que correrá a cuenta de la entidad bancaria concesionaria. Esta cantidad, que sería de 120.000 euros, se repartiría entre todas las federaciones de manera proporcional y cubriría el hueco dejado por la subvención de mantenimiento. Con ello se espera ahorrar los trámites burocráticos que debían soportar aquellos organismos. Además, por cada uso de las tarjetas, se añadiría un importe adicional que iría a parar a las federaciones. «Esperamos que tenga éxito, aunque tendrá que pasar un período de prueba. Con ello, las federaciones podrán disponer de autofinanciación», explicó Puig.

En un período máximos de dos meses, el Govern espera haber podido firmar el convenio con la entidad que gane el concurso. «Sabemos que intriducirla será difícil», admite la titular de Presidència i Esports. La Escola Balear de l'Esport (EBE) será la encargada de gestionar estas ayudas, que permitirán respirar a las federaciones con menos fichas en su haber, algunas de las cuales han exteriorizado su preocupación.