Sigue quedando mucho tiempo por delante, pero el miedo ya se ha
filtrado por todas las grietas del vestuario y la dinámica ha
empezado a devorar a un equipo en constante decadencia (3-0). El
cuadro rojillo se ha especializado en tirar los partidos a la
basura mucho antes de que comparezca su rival y ayer siguió
evolucionando en esta particular dinámica. El choque, que había
amanecido con diez minutos totalmente planos, se rompió cuando
Víctor y Jonás se asociaron para ser los protagonistas del gol más
tonto de la jornada.
Riquelme ejecutó un saque de esquina sin aparente peligro, pero
primero el mallorquín y después el argentino, se apartaron de la
trayectoria del balón como si temieran el contacto con el esférico
y éste caminó mansamente hasta el fondo de la red sin que nadie se
atreviera a detenerlo. Ni Toni Prats, ni el resto de sus compañeros
se creían lo que acababa de suceder y mientras buscaban respuestas
desconcertados, los castellonenses se enchufaban a un encuentro por
el que sólo habían pasado de puntillas (minuto 11). Sin hacer
ruido.
Los de Pellegrini aprovecharon el presente para seguir durmiendo
y le concedieron la bola al Mallorca, que empezó a proyectarse en
ataque con cierta timidez. Los rojillos hicieron de los carriles su
mejor argumento, pero no enseñaron los dientes hasta que Arango
estrelló el esférico contra uno de los postes de Viera. En ese
tramo, la escuadra de Cúper supo aprovechar el pasotismo local en
las acciones a balón parado, pero volvió a malgastar más munición
de la que puede permitirse.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.