Héctor Cúper observa el trabajo de sus hombres tras una barrera móvil.

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El Real Mallorca parte hoy hacia Cádiz con el equipaje cargado de buenas vibraciones. Una victoria y un empate han suavizado los ánimos en el interior del vestuario rojillo y en menos de dos semanas la perspectiva del campeonato ha mejorado de forma notable. A falta de que el partido de mañana aclare la dirección que toma el cuadro balear en el torneo, Cúper quiere rentabilizar esa dinámica para seguir ampliando sus reservas de puntos y cruzar la frontera del miedo. «Veo que hay un cambio bastante importante en el equipo y eso nos motiva a todos», aseguraba ayer el máximo responsable técnico del equipo tras perfilar su plan de ataque al Carranza.

El optimismo ha impregnado el discurso mallorquinista y parece que la confianza es ahora mismo el argumento más sólido del plantel, aunque Cúper no está dispuesto a que su grupo vuelva a malgastar una oportunidad para salir de la cueva y reclama un esfuerzo añadido para ganar terreno. «No estamos para espejismos, sino para realidades y la nuestra es que tenemos que sumar la mayor cantidad de puntos posibles y sobre todo dando una buena imagen. Pero no podemos quedarnos sin sumar porque estamos fuera del descenso pero a una diferencia de puntos casi inexistente, estamos todos muy juntitos. Lo que más necesitamos ahora son puntos para salir adelante», subrayaba el de Chabas.

El técnico es consciente de que el Mallorca se verá las caras con uno de sus rivales en la carrera por eludir el descenso y asegura que eso le da más valor aún a los puntos en juego: «En teoría uno siempre hace su campeonato y yo siempre he tratado de no mirar eso. No es un rival de nuestra liga, sino de la Liga española. Eso sí, son tres puntos muy importantes porque todo el mundo piensa que tanto ellos como nosotros vamos a estar peleando por escapar del descenso».