REAL MADRID: Iker Casillas (HHH); Salgado (H), Sergio Ramos (-),
Helguera (-), Roberto Carlos (-); Beckham (-), Pablo García (-),
Zidane (-), Raúl (-); Robinho (-)y Ronaldo (-).
Cambios: Guti (-) por Raúl y Baptista (H)por Pablo García.
BARCELONA: Víctor Valdés (H); Oleguer(HH), Márquez (HH), Puyol
(HH), Gio (HH); Xavi, Edmilson (HH), Deco (HHH); Ronaldinho (HHH),
Messi (HHH) y Etoo (HHH).
Cambios: Iniesta (H) por Messi.
Àrbitro: Iturralde González (Comité vasco). Mostró cartulina
amarilla a Deco y Ronaldinho del Barcelona y a Salgado, Robinho y
Pablo García del Real Madrid.
Goles:
0-1, minuto 15, Eto'o resuelve en el área, tras una acción de
Messi.
0-2, minuto 59, Ronaldinho, dribla a Ramos y Helguera, en
velocidad, y amplía la cuenta con un disparo duro y seco.
0-3, minuto 77, Ronaldinho, en una nueva acción individual.
Luis Villarejo|MADRID
El FC Barcelona se llevó con autoridad el gran clásico de la Liga
española, dio un baño histórico al Real Madrid y en una noche de
gran inspiración de Ronaldinho, Messi y Etoo, ganó bien y se quedó
cerca de la famosa goleada (0-5) de la época de Johan Cruyff. Iker
Casillas evitó un desastre mayor.
El Bernabéu se rindió a la evidencia. Y aplaudió a modo de
homenaje, el gran fútbol de su rival, especialmente el tercer
golazo del Barcelona, marcado por Ronaldinho. El Barcelona puso
todo el fútbol de la noche.
Rijkaard y sus tropa le dieron un repaso en toda regla al
Madrid. Pasó por encima del equipo de Luxemburgo como una
apisonadora. El Barcelona fue más que el Madrid en todas sus
líneas. Sólo Iker, soberbio, salvó al Madrid de un resultado
escandaloso, como aquel 0-5 de la década de los años 70, con Johan
Cruyff al frente.
Ayer no estaba Cruyff en el campo. Pero sí su estilo. Juega el
Barcelona un 4-3-3, valiente, que da gusto ver, un equipo para
paladares exquisitos, que perdonó en demasía, y se fue al descanso
con un 0-1, muy corto.
Presión
Frank Rijkaard ahogó al Madrid. Con una presión agobiante.
Ronaldinho, Etoo y Messi, deleitan, pero también aprietan. Esa es
la gran lección de la noche para Luxemburgo y su Real Madrid. Por
detrás, Edmilson, Deco y Xavi también pelean, pero sobre todo
rebañaron todo el balón que circuló por su zona. Ahí, en esa zona
naufragó Beckham, Pablo García anduvo perdido y encima el Madrid
nunca logró sacar el balón con claridad. Samuel Etoo y Ronaldinho
fueron claves. Pero Leo Messi no le anduvo a la zaga. El camerunés,
tras escuchar insultos, improperios y gritos de todo tipo, pisó el
área con firmeza y tras un arreón de Messi, que cuenta en su motor
una velocidad de crucero, mandó el balón a la red.
Era el 0-1. Etoo se fue a una esquina a celebrarlo. Se golpeó el
escudo varias veces con la mano, presumiendo de azulgrana. Ha sido
el club que le ha dado una oportunidad y posiblemente el club que
le convierta algún día en el mejor jugador del mundo.
Dominó el Barça, pero se recreó tanto en el toque, que se olvidó
de dar más trabajo a Iker. De ese carrusel de juego de fantasía,
destacó el recital que dio Ronaldinho. Míchel no pudo hacer nada en
el uno contra uno.
Casillas sacó una mano increíble a los 45 minutos justo antes
del descanso. El tiro era de Samuel Etoo. El balón iba dentro, pero
Iker hizo el milagro. Del Madrid, no hubo noticias. Ronaldo,
desaparecido en combate, Robinho, sin rumbo, y sólo Raúl puso ardor
guerrero a la historia.
En el segundo tramo, Xavi tomó el mando. El Madrid nunca tuvo el
balón. Y el discurso fue el mismo. Toque, transición, fluidez y
buen juego de todo el Barcelona.
El Madrid perdió a Raúl por lesión a los 58 minutos. Salió Guti.
Y un minuto después, Ronaldinho firmó un gol de bandera. Encaró en
la banda a Sergio Ramos, primero, luego a Heguera y culminó su
eslalon con un gol que esta vez no pudo sacar Iker. Casillas no es
un super héroe de cómic.
Necesitaba ese gol el Barcelona, que ya comenzó a aprovecharse
de su velocidad al contragolpe. El Madrid se partió en dos.
Luxemburgo tardó en cambiar el libreto y en dar entrada a Baptista.
Pablo García, tras regresar de Australia con su selección, estuvo
perdido.
El gran partido de Messi merece mención especial. Tiene un aire
a Maradona en la conducción, protege bien el balón, sus desmarques
de ruptura son admirables, pero no definió bien.
En pleno festival azulgrana, apareció de nuevo Ronaldinho para
rubricar otro gol para enmarcar. Ahí se acabó el partido. Un 0-3
rotundo en suma, que seguro va a levantar polémica hasta el
miércoles que visita el Lyon el Bernabéu en Liga de Campeones.
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