Apenas ha tenido tiempo el Llanera de masticar el triunfo ante el
Breogán y ya se encuentra en otra. En Manresa, sin ir más lejos.
Abraza el Menorca una semana de vértigo, en la que trata de allanar
gran parte de su futuro. Luego de arrearle al Leche Río, busca
olvidar esos complejos que tiene cada vez que sale de Maó, cada vez
que marcha de viaje. Lo hace en una plaza complicada, pero ante un
rival que ha ido languideciendo a medida que el torneo se ha ido
consumiendo. El primer triunfo a domicilio es la obsesión del grupo
de Curro Segura, rearmado después de su imponente victoria del
pasado martes (Nou Congost, 20.30 horas).
No invita al optimismo el balance del Llanera fuera de casa. No
se siente cómodo el equipo menorquín en los desplazamientos, pero
su gran reto es el de alterar esa dinámica. Ha perdido todos los
partidos como visitante, aunque en muchos de ellos ha tenido
opciones de atrapar la victoria. Así, persigue en Manresa un
triunfo que dinamite sus dudas y que le dispare en la
clasificación, atendiendo a lo igualado que está el campeonato.
Llegan a la cita Manresa y Llanera después de dos resultados
bien distintos. Los de Xavi García han perdido sus últimos cuatro
encuentros, el último, en la pista del Fuenlabrada. Se han
desplomado los catalanes y se han enquistado en los cuatro
triunfos, algo que ha dejado al equipo cargado de dudas. Andrae
Patterson está bajo sospecha y el rendimiento de algunos jugadores
ha menguado, algo que ha debilitado su potencial. Todo lo contrario
que el Menorca, que afronta el choque después de romper su dinámica
perdedora frente al Leche Río Breogán.
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