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Angelos Basinas ya es jugador del Mallorca. El futbolista que asistió a Charisteas en la jugada que decidió la Eurocopa'04 será presentado hoy en sociedad. Sin equipo tras una larga estancia en el Panathinaikos, el internacional heleno se ha convertido en el tercer jugador que incorpora la escuadra de Héctor Cúper en el mercado inverna tras los fichajes de Leonardo Pisculichi y José Carlos Nunes.

Inicialmente, la llegada de un pivote defensivo no era un objetivo prioritario. Con Pereyra y Farinós en nómina, la secretaría técnica del Mallorca acumulaba muchas horas de trabajo en busca de un defensa central y un delantero de referencia, aunque cuando surgió la opción de Basinas -estaba libre y el Mallorca no ha tenido que asumir traspaso alguno-, Cúper no dudó en abrirle la puerta. «Es un gran jugador. Lo conozco perfectamente y tiene calidad y experiencia suficiente para jugar en España. No es normal que no tuviera equipo, aunque si había tres clubes interesados en ficharle es por algo», subrayó su nuevo entrenador.

El principal problema que plantea la incoporación de Basinas es el largo periodo de inactividad que arrastra el jugador, casi seis meses. No obstante, este hecho no le ha alejado de la selección griega, donde es titular indiscutible. «Creo que en tres semanas podemos ponerlo apunto», advirtió Héctor Cúper.

La carrera deportiva de Angelos Basinas (Esparta, 1976) se ha escrito en las filas del Panathinaikos, donde alcanzó el primer equipo en la temporada 95/96, aunque su confirmación no llegó hasta la 97/98, en la que asumió máximo protagonismo y se convirtió en un fijo en las alineaciones del equipo heleno.

El Mallorca dará a conocer hoy algunos de los detalles del acuerdo que ha suscrito con Basinas, que inicialmente reclamaba un contrato de tres temporadas de duración. Considerado como uno de los mejores mediocentros de Grecia, una de las las principales virtudes de Angelos Basinas es su polivalencia para actuar en varias zonas del centro del campo. Miembro destacado de la selección sub'21 de su país a finales de los años ochenta, debutó con la absoluta pocos meses después de disputar el europeo juvenil con un triunfo sobre El Salvador (3-1). Durante la fase de clasificación para la Eurocopa de 2004, no tardó en convertirse en un jugador imprescindible. Ya en la cita de Portugal, Basinas transformó el penalti qeu significó la victoria en el partido inaugural frente al anfitrión. En la final del torneo, que cruzó de nuevo a Grecia y Portugal, la conexión Basinas-Charisteas resultó letal.