Ocho días después de haber sufrido uno de los reveses más
inesperados de la temporada, el Drac Inca tiene en Plasencia una
oportunidad de oro para recuperar su dinámica ganadora. Los
extremeños no van a ponérselo fácil al grupo de es Raiguer, que
pretende seguir conservando su posición de privilegio, a expensas
de lo que León y Palma Aqua Mágica, sus eternos compañeros de
viaje, puedan hacer en una jornada clave. La última antes de
afrontar una Copa Príncipe en la que el Drac tiene muchas
esperanzas depositadas.
Los Rodney Monroe o Raheim Brown le han dado un nuevo aire a un
Plasencia-Galco que recupera para la cita ante el Drac Inca a Mario
García y Gabi Domínguez, volviéndose a encomendar a las
prestaciones de su apuesta americana y a la clase de Rodrigo San
Miguel en la dirección para intentar deshacerse de un líder que
llega con ganas de reinvertir su racha.
Pero para pensar en la cita de Son Moix, primero se debe pasar
página esta misma tarde (18 horas) en la cancha de un
Plasencia-Galco que ha variado su fisonomía de manera radical desde
su última escala en el Palau. Al margen de por lo positiva que es
su trayectoria en las últimas jornadas, en las que ha sumado dos
victorias -ante CAI Zaragoza y Calpe- que les permiten asomar
cabeza y poner tierra de por medio respecto al furgón de cola,
porque la calma ha llegado al vestuario. Dani García ha logrado el
consenso entre los profesionales y los nervios de la primera vuelta
han dado paso a la implicación de jugadores y cuerpo técnico para
evitar meterse en la eliminatoria por la permanencia.
Es el Drac Inca un grupo fiable lejos del Palau. Su última
victoria convincente llegó hace dos semanas en La Palma, un marco
complejo. El cuadro gualdinegro dispondrá de todo su arsenal para
intentar cerrar la fase previa a la Copa Príncipe de Asturias. La
única duda será la de Joan Riera, que pese a que ayer no entrenó,
podrá tener minutos, ya que su lumbalgia va remitiendo. La
presencia del fisioterapeuta inquer en tierras extremeñas acelerará
su puesta a punto.
Por lo demás, la intención no es otra que sacar tajada de una
pista plagada de trampas, pero factible para un Drac Inca que se
las verá con uno de los ataques más endebles de la LEB. El
Plasencia anota un promedio de 68,8 puntos por partido y es el peor
conjunto de la categoría en esta faceta. Ante ellos, la apisonadora
ofensiva de la liga -81,6 puntos por partido- y un conjunto que no
ofrece tregua cuando se trata de lanzar a la canasta contraria.
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