Kobe, la locura

Bryant confirmó una vez más que es el mejor encestador que hay actualmente en la NBA, pero también que la defensa de los Raptors no existió, ni por zonas ni individual ni en doble equipo.

El escolta de los Lakers hizo lo que quiso mientras estuvo 42 minutos en el campo para anotar 28 de 46 tiros de campo, incluidos 7 de 13 triples, y 18 de 20 desde la línea de personal, capturó seis rebotes, dio dos asistencias, recuperó tres balones y puso un tapón.

La marca de Bryant, que ya había conseguido esta temporada 62 puntos el pasado mes ante los Mavericks de Dallas, sólo es superada por la que estableció el legendario Wilt Chamberlain con 100 tantos, que también había logrado 78. El 2 de marzo de 1962, Chamberlain, que jugaba con los Warriors de Filadelfia, anotó 100 puntos en el partido que disputó contra los Knicks de Nueva York. La segunda marca de Chamberlain, los 78 puntos, la consiguió el 8 de diciembre de 1961 contra los Lakers y después de tres prórrogas.

«La verdad es algo que ni tan siquiera fue un sueño cuando era niño», declaró Bryant. «Nunca se me había pasado por la cabeza».

Pero fue una realidad ante el delirio de los seguidores de los Lakers que puestos de pie en el Staples Center comenzaron a vitorearlo con los gritos de «MVP, MVP, MVP...» después que anotó desde la línea de personal el punto 81 cuando faltaban 43 segundos para el final del partido. Bryant, de 27 años, también superó la mejor marca en la historia de los Lakers que estaba en poder de Elgin Baylor, quien anotó 71 puntos desde el 15 de noviembre de 1960.

También superó los 69 puntos que había logrado el legendario Michael Jordan cuando jugaba con los Bulls de Chicago y Bryant se convirtió en el cuarto jugador en toda la historia de la NBA que alcanzó la marca de los 70 tantos. Los tres primeros que lo lograron fueron Chamberlain, Baylor y el ex pívot de los Spurs de San Antonio, David Robinson.

El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, que también entrenó a Jordan, reconoció que la actuación de Bryant había sido algo muy especial que merecía la pena vivir y presenciar. «Se trata de otro nivel», comentó Jackson. «He visto muchos partidos grandiosos en mi carrera, pero la verdad nunca había presenciado algo semejante».