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La primera carrera oficial de la temporada española representa una jornada de ilusión para todos los ciclistas, aunque también es cierto que alguno hubiera preferido alargar sus vacaciones. Empieza la temporada con todos los equipos ansiosos por lograr los objetivos que se han marcado para 2006 y Mallorca es el escenario elegido para empezar el curso con buen pie.

Muchos focos y sobre todo casi todos los aficionados estuvieron ayer pendientes de Alejandro Valverde, que afronta la temporada como uno de los aspirantes al trono de Lance Armstrong. El murciano se muestra comedido, pero tampoco se esconde. «Es un año importante para mí» afirma consciente de las expectativas que ha generado su progresión, pero este año no defenderá el título de la Challenge conquistado en 2005: «Empiezo un poco diferente porque tengo previsto salir algún día más, pero no disputaré todas las etapas, puesto que mi objetivo es llegar bien a las clásicas de abril y, sobre todo, al Tour de Francia.

El dorsal número dos de la carrera, Toni Colom, está en las quinielas para el triunfo general, pero él analiza que «no sé si se darán las mismas condiciones que el año pasado, así que la carretera será la que dirá si tengo opciones o no». El bunyolí siente especial cariño por una carrera en la que ha despuntado edición tras edición y, sobre todo, por el hecho de poder correr en un escenario que conoce bien y ante los suyos.