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El Comité Balear de Disciplina Deportiva (CBDD) ha adoptado una de las resoluciones más contundentes de los últimos tiempos. El organismo ha hecho público el pliego de cargos y su pertinente propuesta de resolución. La denuncia presentada hacia el presidente de la Federación Balear de Automovilismo, Massimo Biella, por los asambleístas Domingo Aparicio y Bartolomé Cantarellas, por «conducta contraria a derecho, abuso de autoridad y usurpación de funciones, así como por incumplimientos de acuerdos de la Asamblea y no acatar las resoluciones de la Junta de Garantías Electorales», unida a las formuladas por Rafael Ferragut y Adolfo Carasa, y a otras llegadas de mano de Gabriel Sampol, Ginés Rodríguez de la Rica y Bartolomé Cifre, han desembocado en un castigo de peso.

La decisión de la Junta Directiva de la FBA de dejar sin efecto las licencias autonómicas y la comunicación por parte del propio Biella de la pérdida de la condición de asambleístas de Aparicio y Cantarellas ha sido la base de un primer fallo que considera la conducta del dirigente como «constitutiva de una infracción muy grave de las recogidas en el artículo 61.2.g) de la Ley 3/1995 -la Ley del deporte balear-, en su aspecto de abuso de autoridad». Por ello, el CBDD «impone al señor Biella una sanción de de inhabilitación por un período de dos años».

De la misma manera, se deja claro que «la licencia autonómica es perfectamente posible» en competiciones de ámbito estatal, y se recuerda que «los señores Aparicio y Cantarellas fueron correctamente censados para tomar parte en las elecciones federativas de 2004», pues Biella acordó la pérdida de su condición de asambleístas, fundando la del primero en no haber poseído licencia y la del segundo en un incumplimiento de la norma referida al censo electoral deportivo, recordando que la Junta de Garantías Electorales ya desestimó los recursos presentados por Biella.