El pelotón, encabezado por el Comunitat Valenciana, tras su primer paso por el Coll de sa Batalla. Foto: MONSERRAT

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Escenario diferente, pero protagonistas prácticamente idénticos a los que centraron la atención en la subida al Mirador des Colomer en la tercera etapa de la Challenge. La fuga de Colom en el Puig Major, la victoria parcial de Bettini en el Port de Sóller y el esfuerzo de Bernabéu por retener el liderato marcaron una llegada al Port de Sóller que deja pendiente de estos ciclistas el desenlace de la carrera, aunque el italiano aseguró ayer que no entrará en la lucha por la general.

La terna de aspirantes al triunfo de etapa se forjó en el descenso del Puig Major, pero la presencia del campeón olímpico en la cabeza de carrera entorpeció el trabajo de Toni Colom: «Era arriesgado llegar con Bettini, pero su equipo ha trabajado mucho para él y cuando los he dejado a todos subiendo sabía que iba a venir a cogerme. Yo me conozco la bajada y me ha cogido él porque si no Bernabéu no lo hubiese conseguido. Estoy contento porque incluso siendo Bettini le ha costado ganarme».

El mallorquín no ha superado del todo las heridas que le produjo su caída en el Coll de Sóller y analiza que «no he tenido buenas sensaciones prácticamente hasta el final. He sentido mucho dolor en la cadera y de piernas y bastante mal, pero a ver si se puede recuperar». Preguntado por si midió mal el sprint, la baza mallorquina del Illes Balears contestó que «las carreras una vez que has cruzado la meta se han terminado y en Es Colomer si no me hubiera caído podría haber ganado o si hace diez años hubiera empezado a entrenar de otra manera a lo mejor hubiese ganado el Tour.