Con el 3-0 asegurado en dos horas y 16 minutos, y ante la
sonrisa y alegría del presidente del país, Aleksandr Lukashenko,
que acudió al Football Manege Stadium rodeado de unas
impresionantes medidas de seguridad, Bielorrusia finiquitó el duelo
contra el equipo de Emilio Sánchez Vicario sin necesidad de los
resultados de la tercera jornada.
La frase de Feliciano López «hemos perdido por 3-0 y casi no nos
hemos enterado», define prácticamente lo que ha sucedido en Minsk,
donde la superioridad bielorrusa ha sido aplastante.
España ahora deberá esperar al sorteo, del 12 de abril, que
reunirá a todos los equipos que han perdido en primera ronda en el
Grupo Mundial y a los que venzan en las respectivas zonas locales,
y jugará por eludir el descenso, del 22 al 24 de septiembre. Será
el segundo año consecutivo y el duodécimo en el que se ve obligada
a hacerlo. El pasado año, tras caer ante Eslovaquia en primera
ronda, el equipo logró mantenerse al derrotar a domicilio a Italia,
en Torre del Greco, por 3-2.
En realidad, la eliminatoria estaba ya casi sentenciada después
de los resultados del viernes y las victorias de los dos
individuales bielorrusos. Era muy difícil afrontar un destino en el
que el conjunto español nunca había logrado superar un 2-0 adverso
en 170 confrontaciones y hacerlo además ante una conjuntada pareja
que lleva jugando en 21 de ellas desde 1994 (16-6) y figuran
invictos en seis duelos en casa. Y más debutando Fernando y
Feliciano en Copa Davis.
El reto para España era ganar un doble por primera vez desde que
Tommy Robredo y Rafael Nadal se impusieron en septiembre del 2004
en las semifinales contra Francia en la plaza de toros de Alicante,
a Arnaud Clement y Michel Llodra, y mantener así el último soplo de
esperanza. Pero aquello fue en tierra y no en una pista tan rápida
como la de Minsk.
Además, el brazo de Feliciano López no contribuyó como se
esperaba al principio. Sacaba demasiado bajo y cometía dobles
faltas, y así el toledano tardó casi una hora en conectar su primer
saque directo, eso si a 230 kilómetros por hora. Pero es que salvo
el primer set, cuando rompieron el servicio de Mirnyi en el 3-2
para recuperar el que Feli dejó escapar antes en el 2-0, el doble
español no tuvo ni la más mínima oportunidad.
Mirnyi desapareció y apareció en los momentos oportunos, pero el
que sin duda ganó el partido fue Voltchkov, que no cedió ni una
sola vez su saque en todo el encuentro, y dejó que le robaran
únicamente siete puntos en toda la tarde, uno de ellos en el primer
set, cuatro en el segundo y tres en el tercero.
Fue un hallazgo que ha supuesto oro para el capitán Dmitri Tatur
y una sorpresa para todo el equipo español que confiaba en la
sabiduría de Mirnyi.
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