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Se acabó la espera. Casi cuatro meses después, Rafael Nadal regresa a las pistas. El tenista mallorquín inicia esta semana la temporada 2006. Lo hace en el Torneo de Marsella y como primer cabeza de serie. El sorteo le ha emparejado en primera ronda con Olivier Rochus, un rival asequible aunque el balear es consciente de que la competición va a ser muy dura. Complicada porque después de tanto tiempo de inactividad será difícil rendir a un buen nivel y porque el cuadro está plagado de adversarios de calidad. Carlos Moyà también vuelve. El palmesano ha apostado un año más por la gira sudamericana y esta semana disputa el Torneo de Buenos Aires.

Hace un año Rafael Nadal tuvo que realizar la gira sudamericana para asegurarse poder entrar en los cuadros finales de los Masters Series que se disputan sobre tierra batida. Su explosión le llevó a firmar una racha de victorias sobre arcilla impresionante, perdiendo únicamente dos partidos -ante Gaudio y Andreev- durante 2005 en las citas jugadas sobre polvo de ladrillo. Pero emanacorí nunca ha querido ser un especialista, sino que ha pretendido rendir a un gran nivel en todas las pistas. Por eso ya anunció durante el curso pasado que en 2006 iba a jugar más torneos sobre pista rápida para que su juego termine de evolucionar.

La lesión en el pie izquierdo no ha cambiado sus planes. Le ha obligado a perderse el primer Grand Slam del curso (el Open de Australia) y le ha impedido estar en la primera ronda de la Copa Davis, pero su calendario sigue siendo el mismo. Mientras la Armada Argentina al completo y gran parte de la Armada Española se encuentran en Buenos Aires, Nadal ha preferido quedarse a jugar en pista rápida. A priori el objetivo es continuar aprendiendo en este tipo de torneos, aunque sus victorias en Montreal, Pekín y Madrid ya le hacen aparecer entre los favoritos.