Gregorio Manzano se dirige a los periodistas durante la rueda de prensa celebrada ayer en la ciudad deportiva. Foto: MONSERRAT

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«El fútbol se juega con los pies, pero si no funciona la cabeza...». Gregorio Manzano comienza a desparramar su filosofía por el vestuario. El entrenador andaluz ha desenpolvado sus libros de psicología para tratar de encontrar la salida del laberinto. Después de apenas cuatro sesiones de trabajo, el técnico jienense encabezará hoy la expedición del Mallorca que a primera hora de la tarde partirá rumbo a Málaga con la intención de asomar la cabeza a la superficie, de reencontrarse con el triunfo dos meses y medio, nueve jornadas después.

Ayer, en su primera rueda de prensa previa a un encuentro, Manzano ensalzó las virtudes y los defectos de su grupo y acentuó la necesidad de salir a La Rosaleda «con una mentalidad positiva, pensando en que vamos a ganar y no diciendo que hoy tampoco, hoy no puedo, hoy nos volverá a pasar los mismo...La misión es que no sea un equipo derrotado de antemano». El sustituto de Cúper se mostró satisfecho con el cambio anímico experimentado por la plantilla desde el pasado martes. «El primer día, estaban un poco atenazados, tensionados, abatidos, deprimidos, que es normal. Pero, creo que de esa impresión a la última de hoy ha habido una evolución del estado anímico, que ha ido de menos a más. Por ello, estoy contento con el trabajo que se ha realizado», apuntó.

Con respecto a la calidad de la plantilla, el entrenador jienense dijo que en es aspecto «todo van en función de las inversiones económicas», y aseguró que el Mallorca «tiene lo que tiene, con jugadores de mucha calidad. Arango es un futbolista con un gran toque de balón, y es lo que tenemos que aprovechar. Arango tiene que jugar lo más cerca posible de la portería rival».