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Efe|LAS ROZAS
Luis Aragonés, seleccionador nacional, probó por primera vez en la sesión vespertina de ayer en La Ciudad del Fútbol, con el equipo titular que jugará el amistoso del sábado ante Rusia, de momento sin la presencia de Raúl González y con David Villa y Fernando Torres como referencias ofensivas. De nuevo la expectación levantada por la selección española fue máxima en Las Rozas. Hasta 350 personas abarrotaron las gradas y animaron a los internacionales españoles, coreando los goles que marcaron en una sesión en la que los jugadores afinaron su puntería. Luis Aragonés dividió al grupo en dos y mientras en una parte del campo principal de La Ciudad del Fútbol unos ensayaban disparos a puerta, en la otra probaba ejercicios de toque y presión con la defensa titular y el que se perfila como primer ataque para los tres partidos amistosos que disputará España antes del Mundial de Alemania.

Con Iker Casillas en la portería, Sergio Ramos y Del Horno ocuparían los laterales, Puyol y Pablo el centro de la defensa, una línea de tres centrocampistas formada por Xabi Alonso, Cesc y Xavi Hernández, y tres delanteros como Luis García, Fernando Torres y David Villa. Fueron los once jugadores que formaron un grupo con el que Aragonés, bajo un sistema de 4-3-3, mostraba sus cartas para el primer amistoso, que disputará el sábado en Albacete, y acababa con las especulaciones de escorar a David Villa en ataque para la entrada de Raúl. El entrenamiento duró una hora y el seleccionador nacional terminó la segunda sesión de trabajo del día dialogando con el capitán, Raúl González, a quien a bien seguro explicó sus ideas. La mala noticia de la jornada la protagonizó Míchel Salgado que se retiró antes de la conclusión del entrenamiento, tras pedir la presencia de un fisioterapeuta cuando practicaba ejercicios de presión. El lateral derecho del Real Madrid sufre una «fuerte contractura en los isquiotibiales de la pierna derecha», como confirmó el doctor Genaro Borrás tras la primera revisión médica.

La historia se repite con Míchel Salgado. Como ya ocurrió en la concentración previa a la Eurocopa de Portugal cayó lesionado en los primeros entrenamientos, aunque en esta ocasión aunque es la misma zona que se dañó en aquel momento, el primer examen médico apunta a que no reviste tanta gravedad. Míchel se lesionó al realizar un mal gesto en uno de los ejercicios de presión, como explicó Genaro Borrás, que se mostró optimista tras explorar al jugador. «La primera impresión es que es una fuerte contractura y no hay ningún daño anatómico. La exploración nos habla de una fuerte contractura en los isquiotibiales de la pierna derecha, la misma zona que se lesionó de forma más aguda hace dos años», informó. El galeno de la selección dijo que Salgado deberá guardar reposo durante 48 horas antes de que se le realice una resonancia que dé con total exactitud el alcance de la lesión. «La prueba que confirmará si es una fuerte contractura o una pequeña rotura se realizará dentro de dos días, porque será más certera a las 48 horas. Mi impresión es que esta vez no hay daño anatómico que no se pueda resolver en cinco días», admitió.