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J.Muñoa|HIROSHIMA
España está lista para el debut frente a Nueva Zelanda en el Mundial de Japón 2006, el primer paso del largo camino que el equipo de Pepu Hernández tiene por delante para demostrar sí lo que dicen los pronósticos es cierto y su sitio está realmente sobre el podio de este campeonato. La selección española abre la senda que ha de conducirlo hasta su sitio dentro del baloncesto mundial con dos escollos a la vista: el primero, su rival, Nueva Zelanda, cuarta mejor selección en la última cita mundialista (Indianápolis 2002) y, el segundo, el estado físico de Felipe Reyes, que no termina de superar los problemas que arrastra en el cuello desde el choque del Torneo de Singapur ante Argentina. Los TallBlacks, apodo del conjunto neozelandés, ejecutarán la tradicional danza maorí «haka» antes del inicio del choque frente a una selección española con Felipe Reyes preparado para la acción. El cuadro oceánico sigue a las órdenes del mismo técnico que le condujo a la cuarta plaza en el Consecho Fieldhouse de Indianápolis hace cuatro años, Tad Badlwin, quien sólo tiene como objetivo, en estos momentos, «el partido contra España».

Badlwin podrá contar con Mark Dickel, que tras dar positivo por cannabis en un control antidopaje y cumplir una sanción de dos partidos ha podido ser inscrito en el campeonato y será alineado si su entrenador le necesita. La estrella del equipo, no obstante, es Kirk Penney, que en el Mundial 2002 promedió 16,9 puntos, 3,6 rebotes y 2 asistencias por partido. El ala-pívot Pero Cameron también juega un papel destacado porque encarna a la perfección el heterodoxo baloncesto que crea gracias a la polivalencia de un plantel con gran poderío físico.

Nueva Zelanda no parte esta vez entre los favoritos. Además, todavía está bajo los efectos del cambio horario, en su caso mucho menor puesto que el desplazamiento hasta Japón les exige menos tiempo de avión y menos diferencia de hora. Sin embargo, los Tall Blacks han aterrizado en Hiroshima con solo veinticuatro horas de adelanto sobre el arranque del torneo y Baldwin ha asegurado que «el equipo no está en un momento óptimo». El debut de España en Japón 2006 también representa un examen para Pau Gasol, que durante los partidos de preparación nunca ha alcanzado un rendimiento del cien por cien.