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Miquel Alzamora
El Real Mallorca 2006/2007 se ha edificado siguiendo unos parámetros claros apostando tanto por la calidad como por la variedad. Más que cantidad, Gregorio Manzano tiene en su haber un grupo de futbolistas que le permite abrir un amplio abanico de posibilidades tácticas que deben hacer real el principal objetivo: mantener la categoría y evitar sufrimientos como estos últimos dos años. La cuestión ahora que trabajará el entrenador mallorquinista es qué dibujo y qué jugadores pueden dar a corto plazo un mejor rendimiento. ¿Debe adaptarse Ibagaza al sistema actual o al revés? Esa es una de las cuestiones, aunque tampoco es un factor que hoy por hoy quite el sueño al técnico de Jaén. Lo importante al final es la calidad, y esta temporada hay calidad. En el centro del campo es donde más alternativas existen, también en la delantera. Esto posibilita jugar como ha venido ensayando el entrenador esta temporada, (4-4-2), con un mediapunta y un punta o incluir la variedad del rombo en la línea de creación, sistema que empleó en su momento Manzano tanto en el Mallorca como también en el Atlético de Madrid.

El año que el equipo bermellón ganó la Copa del Rey, coincidiendo con la Liga 2002/2003, el preparador andaluz situó a Lozano por delante de la defensa, Novo por banda derecha, Riera por la izquierda, Ibagaza de enganche y Etoo y Pandiani en punta. Ahora no está Lozano, pero sí está Jordi que puede desempeñar ese papel. También están Basinas y Pereyra. Al margen de sistemas, un aspecto que parece claro es que en todos los dibujos hay un denominador común: Juan Arango. También hay que contar siempre con Maxi. A partir de ahí parece que se puede montar el resto del equipo, con o sin Ibagaza, con o sin Jonas, con o sin Jankovic, pero siempre con el venezolano y el futbolista del Barcelona sobre el terreno de juego. Tuni o Pisculichi, Jankovic o Jonás, Pereyra o Jordi, Basinas o Ibagaza, Maxi o Víctor, todas esas alternativas son un agradable problema para el entrenador del Mallorca que tendrá la oportunidad de llenar el campo y distribuir a los jugadores como más y mejor le convenga dependiendo del rival, del marcador, del tiempo y, en definitiva, de cómo quiera plantear los partidos.

Durante la campaña habrá lesiones, sanciones y jugadores que irán bajando y subiendo de forma, pero este año Gregorio Manzano y Gonzalo Hurtado tienen las espaldas bien cubiertas, aunque tal vez resta el trabajo más complicado, el de hacer que el engranaje funcione de memoria. Jugadores y sobre todo calidad hay de sobra para que esto pueda suceder en un espacio de tiempo relativamente corto. El equipo es de Play Station, hay muchas alternativas, ahora sólo resta elegir la mejor. Hay futbolistas que cuentan además con el don de la polivalencia. Es el caso por ejemplo de Jankovic, que se mueve por la derecha y por el centro, Arango, que alterna el centro con la banda izquierda. El pasado domingo precisamente fue con el venezolano por la banda zurda cuando llegó el gol del Mallorca. Pisculichi también pude cambiar su posición, al igual que Ariel Ibagaza. El argentino jugó por la banda izquierda en la época de Luis Aragonés y, por lo tanto, es una opción más que maneja Manzano, aunque el mejor rendimiento de «El Caño» es manejando y distribuyendo el juego del equipo en la posición de enganche.