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Carlos Román/Miquel Alzamora
Aficionados curiosos observando las botas de Maxi, otros echando un vistazo a la piscina dentro del vestuario, los más pequeños jugando en el castillo hinchable, los bares llenos, el ambiente festivo y el mallorquinismo alcanzando su máxima expresión. Todo esto y mucho más fue el menú que se disfrutó en una jornada lúdico y festiva enmarcada en la tercera edición de la Diada de Penyes Mallorquinistes que se celebró durante todo el día en el ONO Estadi. Desde las diez de la mañana hasta casi las ocho de la noche se calcula que pasaron por Son Moix, entre 2.500 y 3.000 personas, tal vez más, pero se hace difícil hacer un cálculo exacto. Lo que está claro es que 1.500 personas comieron paella. El operativo instalado para cocinar este monumental menú a base de arroz volvió a resultar un éxito y con un poco de paciencia todos los seguidores se pusieron en cola para comer juntos. Este año las mesas no se situaron en la pista de atletismo y con buen criterio por parte de la organización se colocaron bajo uno de los fondos, lo que propició que los cientos de seguidores no tuvieran que soportar todo el tiempo el sol de justicia que se dejó notar durante la jornada al completo. Paella, vino y ensaimada, litros de agua y café y mallorquinismo elevado a la máxima potencia. Este año, por primera vez, desde que hace tres años arrancase la Diada, todos los jugadores de la primera plantilla del Real Mallorca acudieron a Son Moix para estar junto a los aficionados. Todos -seguidores y futbolistas- tuvieron un comportamiento ejemplar. Unos por no parar de firmar autógrafos, de hecho alguno apuró tanto que casi llega tarde al entrenamiento previsto por Manzano en Son Bibiloni, y otros por reconocer el trabajo de los suyos y brindarles todo su apoyo y cariño. Los futbolistas se mezclaron con la gente y esto lo agradece el grueso de la afición. El presidente Vicenç Grande estuvo todo el día en el ONO Estadi, no paró de firmar autógrafos y de recibir gritos de ánimo con vistas a esta temporada recién iniciada. También durante la Diada varias autoridades de la Isla acompañaron a los seguidores. Antoni Palerm, director de d'esports de S'Institut, Dolça Mulet, Consellera de Cultura del Consell de Mallorca y la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, compartieron una tarde de alegría en compañía de socios, simpatizantes y aficionados del Real Mallorca. Durante la mañana hubo tiempo para poder jugar un partido de fútbol entre peñistas y veteranos. Lo de menos fue el resultado y lo de más el compañerismo. El último acto fue la entrega de placas a todos los que de una forma u otra han colaborado en hacer posible esta Diada de Penyes Mallorquinistes. Esta jornada está ya consolidada en el calendario bermellón y el objetivo es, de cara a la edición de 2007, realizar la trobada fuera de Palma, como ocurrió el primer año que se llevó a cabo en la localidad de Alcúdia. Ayer no hubo jornada en Primera División, pero en el ONO Estadi volvió ganó el Mallorca.