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C.R/M.A.
«Tenemos que llevar el sentimiento metido en la sangre, porque de lo contrario no se puede amar al Mallorca», dijo el presidente Vicenç Grande ante los aficionados a su equipo en la recta final de la Diada de Penyes. El máximo accionista del club actuó de anfitrión en todo momento y encadenó horas y horas saludando, firmando, haciéndose fotos y recibiendo gritos de ánimo. «Ser del Barcelona o del Madrid es fácil, porque estos siempre ganan, pero ser del Mallorca es algo muy importante y como he dicho tiene que llevarse en la sangre», insistió el presidente. Grande, que en todo momento llevó la camiseta conmemorativa de la Diada y se mezcló entre la gente como un aficionado más, participó de todos los actos activamente, hasta colaboró en cortar la gigante ensaimada que sirvió de postre a todos los aficionados.

Sin embargo, el presidente no quiso dejar pasar la Diada sin avisar a sus futbolistas de que se sentía mal por la actitud que demostraron en la semifinal del Trofeo Illes Balears disputada ante la Penya Deportiva y que terminó con derrota para el cuadro rojillo. «Yo soy una persona que dice las cosas por su nombre y no me sirve ni lo de la fecha ni ninguna otra excusa. El Mallorca cada año ha de ir a ganar este torneo, pero esta vez nos ganó la Penya y hay que darle la enhorabuena porque tuvieron más ganas que nosotros. Para el Mallorca es un fracaso», dijo Grande en declaraciones a IB3 TV. Al margen del Trofeo, nada ensombreció una jornada muy festiva y que tendrá su continuidad el próximo año posiblemente en la Part Forana.