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F.F.|VALENCIA
En Valencia, las calculadoras echan humo. Especialmente en MotoGP, pero los 250 centímetros cúbicos no se quedan cortos. Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso ya han hecho sus cuentas y el cálculo de probabilidades lo único que hace es corrobobar que si el italiano se proclama hoy campeón del mundo, será gracias a un golpe de fortuna. Y es que los guaritmos no engañan.

Son claros y proclaman en un elevado porcentaje a Jorge como el mejor del curso, siempre y cuando logre acabar, y en una posición digna, el Gran Premio de la Comunitat Valenciana. Lo que tiene claro el equipo Fortuna Lotus es que si Jorge queda por delante de Dovizioso, el transalpino no tiene nada que hacer y se tiene que conformar con el subcampeonato, título que ya tiene en sus manos el jefe de filas del equipo liderado por Dani Amatriaín.

La diferencia de trece puntos con la que aterriza Lorenzo en Cheste le permite tener un ligero colchón a nivel clasificatorio, pero el de Honda todavía cuenta con remotas posibilidades de firmar una gesta equiparable a la del Europeo de 125 centímetros cúbicos de 2001, cuando una avería de Andrea Ballerini y su quinto puesto le dieron el triunfo final cuando nadie apostaba por él.