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Fernando Fernández|VALENCIA
El cambio en el sistema de puntuación, que introdujo el formato actual allá por 1977, ha dado más emoción si cabe a la recta final de algunas temporadas que todavía están presentes en la retina de los buenos y veteranos aficionados.

Y en 250, la experiencia demuestra que hasta que las matemáticas no avalan al campeón, puede pasar de todo en una cilindrada acostumbrada recientemente a desenlaces intensos. El hecho de que Jorge Lorenzo llegue a Cheste como líder del Mundial y con trece puntos de margen respecto a Andrea Dovizioso alimenta aún más las posibilidades del mallorquín, a quien la historia le hace un guiño.

Más si se tiene en cuenta que desde la mencionada reforma del reglamento, la corona de dos y medio se ha decidido en el último Gran Premio de la temporada hasta en once ocasiones. Y de todas ellas, tan sólo en 1990 y 1993 se invirtieron los papeles.